El concejal de Movilidad de Castellón, Rafael Simó, descartó por el momento tomar medidas que supongan la reducción de la velocidad de los vehículos en la ronda Este, como piden los clubes y usuarios que acuden a diario a practicar running. «Los técnicos del área desaconsejan la instalación de badenes y otros elementos correctores de velocidad, puesto que se trata de una vía rápida cuyo uso principal es la descongestión del tráfico», apuntó en declaraciones a Mediterráneo.

Simó no descartó para este vial alguna medida para dar más visibilidad a los pasos de cebra, como los llamados ojos de gato, unas luces en el firme que el consistorio ya ha utilizado en otras zonas de la ciudad, como la avenida Ferrandis Salvador. Eso si, vinculó la puesta en marcha de propuestas que vayan en este sentido, o encaminadas a un mayor control policial, al hecho de que los clubes de running presenten sus quejas al Ayuntamiento. «Hasta ahora, nadie se ha dirigido a nosotros», puntualizó.

El edil de Movilidad explicó que «la mejor solución para evitar accidentes es que deportistas y conductores respeten sus respectivos códigos de circulación».

EXCESO DE VELOCIDAD // Horas antes, el edil de Deportes, Enric Porcar, había apostado por las medidas de corrección de la velocidad, como los badenes o los pasos de cebra elevados. Porcar, buen conocedor de la ronda Este al haber sido usuario de la misma, reconoció que «es cierto que a veces existe exceso de velocidad». Según el edil, el problema también se produce en algunas calles adyacentes que desembocan en la ronda, como el camí d’Almalafa.

Esta idea también tiene buena acogida entre los clubs de atletismo, muchos de cuyos miembros utilizan este circuito. El presidente de Evasión Running, Toni García, cree que se «podrían evitar muchos accidentes, puesto que la mayoría se produce a la salida de las rotondas, donde algunos conductores entran muy rápido y cualquier despiste es fatal».

Los deportistas consultados por este diario coinciden en señalar que «aunque no acaben en accidente, los sustos son diarios». En pocas semanas se han producido hasta tres atropellos, el último de ellos el martes, cuando un joven de 22 años fue arrollado a la altura del Palau de la Festa.