Cerca de 6.000 castellonenses han colaborado en el proceso de presupuestos participativos de este año (2.900 han votado en la fase final), que ha finalizado con 13 propuestas elegidas de entre las más de 200 presentadas al proceso. Valoradas en 1.650.000 euros, la licitación se llevará a cabo este año y la ejecución se podría prolongar durante el 2018. Ahora, el departamento responsable de cada una de ellas se pondrá a trabajar para que se materialicen cuanto antes.

Los dos proyectos con más votos son para el barrio San Lorenzo, lo que les «da una gran satisfacción porque se ha movilizado mucha gente en un barrio que ha sido olvidado durante muchos años por anteriores gobiernos y evidencia que cuando la gente se une y se moviliza se consiguen cosas», valoró ayer la vicealcaldesa y concejala de Participación Ciudadana, Ali Brancal.

INICIATIVAS

Respecto a las otras, se centran en reformas en colegios, seguridad para escolares o juegos para niños con discapacidades; movilidad y uso de la bicicleta; sostenibilidad ambiental, como el jardín vertical que podría ir en la plaza Mayor, aunque se estudiará su ubicación definitiva; deporte y salud; y varias reformas urbanísticas.

El concejal de Transparencia y Modernización, Ignasi Garcia, explicó que después del proceso, han constatado que «falta dinero, tiempo y músculo para ejecutar propuestas que son de justicia social» y que se está trabajando en un convenio con Hacienda para, en base a la renta por cápita de cada distrito, redistribuir las inversiones, ya que no todas las zonas de la ciudad de Castellón requieren de la misma inversión. Además, culpó al anterior equipo de gobierno de falta de mantenimiento de la ciudad.

Para el próximo año confían en organizar foros de debate.