Castellón consiguió en 2018 un récord histórico en la contratación y los motivos hay que buscarlos en la mejora del empleo, pero sobre todo en la excesiva rotación y temporalidad. Por primera vez, se registraron en la provincia 237.395 contrataciones, casi 2.000 más que en el 2006, cuando la economía marchaba viento en popa y se suscribieron 235.641. No obstante, si en lugar de tomar como referencia los contratos, se observa la afiliación a la Seguridad Social, la foto se desluce. Y lo hace porque solo se han logrado registrar 7.408 nuevos afiliados medios. ¿La conclusión? En Castellón hacen falta 32 contratos de media para que el sistema consiga un cotizante.

Los datos que maneja el Ministerio de Trabajo son reveladores y muestran a las claras que la rotación sigue dominando el mercado laboral de Castellón. Y lo significativo es que en el 2018 esta rotación ha ido en aumento. El año pasado, por cada puesto de trabajo que se creó en el régimen de trabajadores por cuenta ajena (7.408 a lo largo de todo el ejercicio) se necesitaron firmar 32 contratos de trabajo. O lo que es lo mismo, en el 2018 las oficinas públicas de empleo sellaron algo más de 650 cada día, 27 a la hora. La cifra es singularmente alta si se compara con lo que sucedió en 2017, cuando en la provincia se necesitaron 29,2 contratos para crear un puesto de trabajo. Es, incluso, superior a la que se registró en 2015 y 2016, años ya de recuperación económica, en los que se precisaron alrededor de 25 contratos de trabajo para crear un empleo. Es decir, que lejos de reducirse la rotación laboral, crece y crece en Castellón.

La causa de tan elevada rotación tiene que ver, lógicamente, con la amplia tabla de modalidades de contratación, que permite a las empresas fichar a los trabajadores por periodos de tiempo muy cortos, lo que tiene que ver con la alta estacionalidad de la economía. Un dato lo corrobora. El 86,15% de los contratos de trabajo son de naturaleza temporal, una situación que aunque está mejorando afecta en Castellón al 31,2% de los asalariados, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). A este porcentaje hay que añadir a todos aquellos profesionales que tienen un empleo por horas. En Castellón son 32.000, el 16% del total.

PROBLEMAS SIN RESOLVER // Los sindicatos lo tienen claro. Tanto UGT como CCOO llevan tiempo alertando que los problemas que caracterizan al mercado laboral valenciano siguen sin estar resueltos. «Hemos cerrado el año con un mercado laboral que sigue transformando empleo de calidad en precario, con un empobrecimiento general de los trabajadores y las trabajadoras, que encuentran un empleo en peores condiciones. Hablamos de pobreza laboral y también de pobreza social», resume Ana María García, secretaria de Ocupación y Formación de CCOO-PV.

Pilar Mora, secretaria de Empleo, Formación e Igualdad de Género de UGT-PV apunta a la “necesidad de erradicar la reforma laboral que ha favorecido el crecimiento del empleo más precario, y de incrementar la cobertura de prestaciones», e insiste en la urgencia de plantear medidas que incidan de manera real en la calidad en el empleo. «Las políticas diseñadas para fomentar e incrementar la contratación indefinida son insuficientes y repercuten sobre el crecimiento de la contratación parcial indefinida», apostilla la responsable sindical.

Desde el punto de vista de la calidad, el 2018 no ha sido mucho mejor que el año precedente y se debe, sobre todo, a la utilización generalizada de dos modalidades de contratación: eventual por circunstancias de la producción y obra y servicio. Las dos representan el 87% del total de contrataciones en Castellón. El resto se reparte entre contratos indefinidos, interinidad, relevo, prácticas o formación, aunque estos tres últimos son minoritarios.

Pese a que el grueso de los contratos siguen siendo temporales y muchos empleos son por horas, lo que nadie discute es que en Castellón cada día hay más personas trabajando. Solo en el último año, el número de afiliados a la Seguridad Social ha crecido en 7.662 (cifra que incluye también a los autónomos), hasta sumar los 240.174. Pese al nuevo acelerón del último año, la cifra aún dista de la registrada a finales del 2007, cuando la provincia contaba con el récord de 268.119 cotizantes a la Seguridad Social.