La provincia de Castellón rompe la tendencia generalizada a nivel nacional y consigue sumar nuevos autónomos a diario, lo que representa un claro síntoma de creación de empleo. En concreto, ha ganado más de 600 trabajadores por cuenta propia en lo que va de año. En diciembre del 2018, había 40.737 y este pasado mes la cifra se situó en los 41.378, según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

Este crecimiento se debe fundamentalmente a dos factores, según explica el secretario general de ATA, José Luis Perea. Por una parte, el empuje de la hostelería, donde se han contabilizado casi 450 nuevos autónomos, lo que supone un incremento del 9,6%. «Castellón es una provincia costera donde el turismo tiene un importante peso y eso se ha notado», señala Perea.

Por otra parte, destacan a nivel provincial los buenos datos en el comercio con 250 trabajadores por cuenta propia desde enero a julio de este año. «Este dato es muy positivo porque a nivel nacional se están destruyendo empleos en este sector», apunta el responsable de ATA.

La evolución de la afiliación en el conjunto de la Comunitat en los últimos siete meses ha aumentado en un 0,3%. Un saldo positivo gracias al empuje de Castellón (1,6%) y de Alicante (2%), ya que en la provincia de Valencia la bajada ha sido del -0,6%.

A pesar de que la progresión en la provincia resulta positiva hay que mantener cierta cautela si se tiene en cuenta que el incremento progresivo se paró el pasado mes de julio respecto a junio, con una variación negativa de 163 autónomos menos.

Más financiación

A la hora de abrir un negocio y ser tu propio jefe al espíritu emprendedor le debe acompañar irremediablemente el grifo de la financiación bancaria y ahí las cosas también han mejorado. Perea resalta que se están retomando las pólizas de entre 9.000 y 18.000 euros que permiten a los trabajadores por cuenta propia disponer de liquidez para afrontar los pedidos hasta que estos sean abonados.

Es en este último punto donde se sitúa, según el portavoz de ATA, el que sigue siendo uno de los principales problemas de los autónomos, la morosidad. En numerosos casos, los ayuntamientos siguen, en líneas generales, pagando las facturas tarde a sus proveedores. Otro elemento que afecta de forma negativa a estos trabajadores es la denominada economía sumergida, «porque supone una competencia desleal que nos hace mucho daño a nuestros negocios», subrayó Perea.

La incertidumbre política tampoco ayuda a generar un clima de confianza para invertir.