Primero fue con la ciudad de Chatellerault, en Francia en la década de los 80 del pasado siglo; después, Lleida, hace un año y con motivo del 8 de septiembre, aniversario de la fundación de Castellón; y ahora, el próximo día 6, la capital de la Plana sellará su hermanamiento oficial con Targoviste, en Rumanía.

En cumplimiento del acuerdo plenario del Ayuntamiento de Castellón del pasado 27 de julio, y en el marco de las fiestas del Zilelor Cetajii (Días de la Fortaleza), que la ciudad rumana celebrará a partir del día 4, una delegación municipal castellonense encabezada por el concejal de Hermanamientos y Relaciones Institucionales, Enric Porcar, viajará a Targoviste para firmar el protocolo oficial que unirá a ambas ciudades en un acto que está previsto que se celebre el día 6 en el ayuntamiento, en el marco del programa oficial de que se vivirá en la ciudad rumana.

AMPLIA COMUNIDAD EN CASTELLÓN // Según ha sabido Mediterráneo de fuentes fidedignas de la comunidad rumana en Castellón, el acta de hermanamiento establece un programa de colaboración educativo, turístico, cultural, deportivo, económico y social. Uno de los motivos de entablar estas relaciones entre la capital de la provincia con la ciudad transbalcánica radica en el hecho de que una alta cifra de la comunidad rumana establecida en Castellón es originaria.

Perteneciente al condado de Dadomvita, Targoviste cuenta con cerca de 100.000 habitantes. Con una dilatada historia, la ciudad fue capital de Rumanía hasta 1862, cuando esta capitalidad se trasladó a Bucarest. Aparece por primera vez en referencias escritas en el diario de viajes de Johannes Schiliberger, y fue capital del voivodato de Valaquia, con el reinado de Mircea I. Además, Targoviste fue el lugar del juicio y posterior ejecución del dictador comunista Nicolae Ceacescu y su esposa Elena en 1989, tras la caída del muro de Berlín.