El presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), Néstor Pascual, admite los momentos «muy delicados» que está viviendo estos días la patronal autonómica Cierval, la entidad que aglutina a las patronales de las tres provincias (CEC, CEV y Coepa), pero niega categóricamente que la más que inminente quiebra de esta sea «solo por culpa de la CEC», que ya está en concurso de acreedores.

«También tendrá algo de responsabilidad la alicantina Coepa --que al igual que la castellonense está en concurso de acreedores-- y la propia Cierval», añadió, y defendió que la deuda que ahora mismo ahoga a entidad valenciana, referida a unos cursos de formación de la CEC que investiga un juez, y cuyos fondos reclama la Generalitat que se devuelvan --se investiga el destino de 1,2 millones, aunque Hacienda reclama 600.000 €--, han contado con el aval «de los gestores» de la anterior junta, «que siempre han defendido que los cursos se celebraron y que la documentación se presentó correctamente».

NO A OTRA PRÓRROGA // Salía así al paso ayer martes después de que la Conselleria de Hacienda desvelera que no ha concedido una nueva prórroga para la devolución de dichos fondos, porque Cierval no ha presentado las suficientes garantías, aunque habra la puerta a buscar vías para recabar el dinero. Eso sí, antes del 20 de diciembre, misión que a día de hoy parece imposible.

La ruptura de las patronales territoriales y Cierval es absoluta. Ayer mismo, el presidente de Cierval, José Vicente González, subrayaba que «cero euros» de esa deuda se han producido en la propia Cierval, pues toda corresponde a Alicante y Castellón, y que si la autonómica está afectada es porque han sido declarados responsables subsidiarios mediante una interpretación con la que no están de acuerdo. E insistió en que Cierval solo solo «se ha limitado» a recibir fondos de la Generalitat y distribuirlos entre las territoriales. Especificó que el impacto de las deudas es de un millón y medio de euros, de los que 700.000 euros son en cuotas no pagadas a tiempo.

EL VIERNES, DÍA CLAVE // Los representantes de la CEC, la valenciana CEV, la alicantina Coepa y la propia Cierval se reunirán el viernes en un comité y junta directiva extraordinaria, para votar las cuentas del 2015 y del 2016, que arrojan pérdidas. Dado que las provinciales no van a aportar fondos, y dado que a su vez estas se niegan a modificar los estatutos que permitan que Cierval tenga capacidad jurídica para cobrar directamente cuotas, todo apunta a que el viernes se aprobará que Cierval vaya a un concurso de acreedores, que se votaría en la asamblea de presupuestos fijada para el miércoles 21.

El objetivo sería «ganar tiempo». El propio conseller de Hacienda, Vicente Soler, se pronunciaba en estos mismos términos, y defendió que el Consell hará «todo lo que esté dentro de la ley» para tener unas organizaciones «fuertes, que sean auténticos partners en el diálogo social».

«Estamos convencidos incluso de aquí al día 20 hay cosas que podemos hacer», «sobre todo ganar atiempo», y afirmó que su departamento será «flexible» a la hora de facilitar las garantías.

También el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dijo que caben «soluciones» para Cierval, y animó a que «se busquen soluciones», para lo que se necesita que «el conjunto de la cúpula empresarial se ponga de acuerdo».