Cuando los usuarios de Cercanías sufrían ayer, una vez más, retrasos consecuencia de la entrada en vigor de los nuevos horarios por las obras del tercer carril, y ya se anuncia la supresión de cuatro trenes para el domingo 22, la Generalitat valenciana confirmó a Mediterráneo que pedirá a Madrid las competencias de los servicios, y también los 3.744 millones de euros que estima que son necesarios para poner en marcha el modelo que defiende y su gestión anual, incluida la línea entre Castellón y Vinaròs.

Aunque la previsión es que la solicitud formal ante el Gobierno central no se realizará hasta que se conforme el nuevo Ejecutivo, tras las elecciones del 26-J, la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha avanzado ya en la estimación de los recursos económicos que serán necesarios para llevar a la práctica un sistema de Cercanías acorde con las necesidades de los usuarios de la Comunitat.

Este trabajo previo realizado por los técnicos del departamento que dirige Mª José Salvador señala que la Generalitat asumiría las funciones de regulación, planificación, coordinación y gestión del servicio, en ningún caso se haría cargo de pérdidas anteriores al traspaso, y sí recibiría “anualmente el déficit de explotación del servicio público”.

el desglose // La valoración previa, que está sujeta a ajustes posteriores dada la “dificultad” de la Conselleria para obtener información de la Administración central, contempla la necesidad de que el Estado contribuya con 63,3 millones de euros anuales para una nueva red ampliada, en la que ya se contaría con la reivindicada línea de Cercanías entre Castellón y Vinaròs, así como mejoras en la C-6, entre Valencia y la capital de la Plana.

La cantidad surge de restar a costes de 121,2 millones ingresos previstos de 57,2 (la red actual implica 67 millones de gastos, tiene 32 de ingresos y exige una aportación pública de 35 millones).

Además, los números de Obras Públicas detallan que sería necesaria la adquisición de 15 nuevos trenes Civia que, a un coste de 5 millones de euros por unidad, suponen un ingreso adicional de 75 millones. Parte de este “material móvil” es el que se usaría para mejorar el servicio en la zona norte de la provincia.

En cuanto a las inversiones, el paquete más abultado del proyecto de la Generalitat, asciende a 3.606 millones de euros, de los que afectarían directamente a Castellón una partida de 20 millones para la adecuación de la línea con Vinaròs y sus estaciones.

Además, Obras Públicas considera irrenunciables, al igual que todas las inversiones planteadas, las incluidas para toda la Comunitat Valenciana en el programa de modernización general de la red de cercanías, con actuaciones diversas como la renovacion de los aparatos de vía, la electrificación y los sistemas de seguridad, entre otras, que suman unas exigencias de capital de unos 525 millones de euros. Otras obras que se exigen son las correspondientes a líneas como el tren de la costa entre Valencia y Alicante. H