Los cambios que en el último año han afectado al mercado automovilístico también tienen su traducción en el consumo de carburantes. La caída de ventas de los vehículos que usan gasóleo provoca que el consumo de este tipo de combustible se haya reducido un 6,6% en tan solo un año, mientras que el de gasolina sigue una senda de crecimiento que le ha llevado a su nivel más elevado desde el año 2010.

Durante el pasado mes de junio, los castellonenses utilizaron un total de 31.174 toneladas de combustible. La gran mayoría, hasta un 81%, sigue siendo diésel, pero escándalos como el dieselgate (nombre con el que se conoce la manipulación de datos de varias multinacionales automovilísticas), la propuesta del Gobierno de vetar la comercialización de vehículos que usen este tipo de carburante en el 2040 o la voluntad de igualar la fiscalidad de ambos combustibles han provocado una caída importante de las ventas. Ni la rectificación del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que en los últimos meses ha rebajado sus propuestas, han logrado cambiar la tendencia.

Hasta junio, en los concesionarios de Castellón se habían vendido 13.312 turismos, de los cuales el 73% utilizan gasolina. Esto supone un incremento del 28% con respecto a las mismas cifras del ejercicio anterior. El descenso de los vehículos que utilizan gasóleo para circular es del 21%, prácticamente proporcional al de la gasolina. Además, los usuarios también compraron 542 coches eléctricos o híbridos.

CIFRAS CASI PRECRISIS // El incremento del consumo de gasolina hasta las 5.786 toneladas en junio sitúa a este combustible en máximos desde el 2011, cuando en el mismo periodo el uso de este combustible se elevó hasta las 5.997. Se trata pues, de cifras, prácticamente precrisis, cuando la actividad en Castellón alcanzó cotas nunca recuperadas.