Quienes a principios de año auguraron que 2018 volvería a ser un buen año para el empleo en Castellón no se equivocaron. Hasta junio se han firmado en la provincia 110.767 contratos laborales, un 1,2% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando fueron 109.405. Sin embargo, la mejora laboral tarda en llegar al empleo de calidad. La temporalidad apenas mejora, los salarios de los trabajadores todavía padecen un comportamiento anémico y el empleo a tiempo parcial se acerca a cifras históricamente altas. Y para más inri, entre quienes integran este último colectivo son una gran mayoría los que trabajan a mitad de jornada porque no pueden hacerlo a jornada completa.

Que los trabajos a tiempo parcial crecen y crecen en Castellón y lo hacen sobre todo en verano es algo que demuestran las últimas estadísticas del Servei Valencià d’Ocupació i Formació (Servef). De los 22.300 contratos suscritos el pasado mes de junio en Castellón, 8.382 fueron a tiempo parcial. O dicho de una manera más gráfica: el 37% del empleo que se ha creado en el último mes ha sido por horas.

Una parte importante de las contrataciones de junio están vinculadas al sector de la hostelería, una actividad ligada cien por cien al turismo y en la que los sindicatos llevan tiempo alertando del abuso de este tipo relaciones laborales. «La contratación fraudulenta va a más, con ejemplos de asalariados cuyo contrato es de cuatro horas diarias pero que trabajan ocho. Y esa diferencia la cobran en negro», subrayan.

Los contratos por horas van al alza en Castellón y, además, son mucho más frecuentes en época estival. Un ejemplo basta para entenderlo. Mientras que en junio el porcentaje de nuevos empleos a tiempo parcial supera el 37%, en el mes de febrero la cifra no llegaba al 34%, siempre según los datos del Servef.

Pero, ¿por qué aumenta este tipo de contratos? Hay dos grandes motivos. El primero tiene que ver directamente con la crisis, que impulsó una modalidad de trabajo que hasta el 2009 no había tenido éxito en España y que con la llegada de las dificultades económicas comenzó a crecer. El segundo está relacionado directamente con la última reforma laboral, que permitió hacer horas extraordinarias a quienes tienen este tipo de acuerdos laborales.

Aunque para un sector de la población la jornada parcial es sinónimo de conciliación o permite compatibilizar trabajo y estudios, la mayoría de quienes aceptan un empleo por horas lo hace porque no encuentra nada mejor. De hecho, casi la mitad de quienes trabajan a tiempo parcial lo hacen de forma involuntaria.