La Unió de Llauradors estima que la producción de almendra para la actual campaña, en una primera estimación, será de 4.610 toneladas de grano, lo que representa un descenso medio del 23% respecto a la anterior, cuando fue de 6.000 toneladas. La bajada será mucho mayor en el caso de las explotaciones radicadas en la provincia de Castellón, donde la organización agraria estima que el volumen de almendra se situará en 1.230 toneladas para la temporada 2016-2017, lo que implica una caída del 27,65%, más de cuatro puntos por debajo de la media autonómica.

Según los estudios de la organización agraria que coordina como secretario general Ramón Mampel, “esta merma es debido en gran parte a la helada que se produjo sobre el mes de febrero, justo en el momento de cuaje en las variedades de floración temprana, como son la marcona o desmayo llargueta”. “También se observa --indican fuentes de la Unió de Llauradors-- una producción irregular debido a la sequía que se viene arrastrando en todas las zonas”. Aun así, advierten de que “los datos son provisionales” y “la pluviometría durante la primavera” posibilitará “un aumento o disminución”.

La caída en la cosecha es irregular, “si bien los descensos son generalizados, y van del 18% del Maestrat hasta el 36 y 30% de la Plana Alta y Alto Palancia, respectivamente”. La Unió confía en que esta reducción de cosecha suponga un aumento del precio, por el mantenimiento previsible de la demanda en el mercado. H