El edificio que albergaba el antiguo Colegio Universitario de Castellón (CUC) y que ahora ocupan los alumnos del colegio Vicent Marçà no se quedará vacío aun en el caso de que se decrete el traslado de este centro educativo a otros terrenos, ya que los planes del equipo de gobierno pasarían por hacer del inmueble un espacio comodín que pueda ser utilizado por estudiantes de otras escuelas durante el periodo en el que duren los trabajos de reforma de las mismas. Y es que más del 20% de los 45 colegios de la capital de la Plana, concretamente 12, serán remodelados en mayor o menor grado en la actual legislatura, después del plan aprobado por la Conselleria de Educación, por lo que el traslado de alumnos hasta el 2020 es seguro.

Ante esta circunstancia, y para evitar el uso de barracones, la Concejalía de Educación tiene el edificio del antiguo CUC marcado en rojo, declara el responsable del área, Enric Porcar. “Vamos a construir un patio en la parte de detrás, con porterías y canastas, y en la parte de delante pondremos columpios”, explica el edil.

Que estos equipamientos vayan a ser utilizados por los alumnos del Vicent Marçà o por otros niños todavía está por ver, ya que la Conselleria de Educación aún no se ha pronunciado sobre los resultados del informe técnico llevado a cabo en el antiguo CUC, que determinará si se aconseja la rehabilitación de la actual sede o si, por el contrario, se aconseja buscar otros terrenos para empezar el colegio desde cero.

“Esperamos que nos trasladen pronto la decisión. Estamos haciendo muchos esfuerzos para satisfacer a todo el mundo”, manifiesta el edil de Educación, que confiesa que, si por él fuera, “se quedaría en el mismo sitio”, aunque supedita la decisión a la opinión del organismo autonómico.

REHABILITACIÓN // Desde la AMPA del centro han manifestado su preferencia por la rehabilitación, ya que en caso de traslado habría que buscar terrenos fuera del Raval Universitari, al no existir en la actualidad suelo disponible en el barrio para acoger un edificio de tales características. Porcar habla de un “contacto continuo” con los padres, a los que ha solicitado “un poco de paciencia”. H