Más de 250 mujeres se encuentran en lista de espera en el Hospital Provincial, según los sindicatos, para realizarse una mamografía. El nuevo equipo digital directo con sistema de tomosíntesis y un ecógrafo, que llegó este martes al centro para mejorar el diagnóstico del cáncer, deberá realizar también pruebas por las tardes para atajar las dilaciones en los controles, provocados por las averías en el anterior equipo, que quedó obsoleto y ya ha sido retirado. Una situación de colapso que también afecta a la Unidad de Prevención del Cáncer, situada en la calle San Vicente de la capital, donde acuden las mujeres de los departamentos del General y la Plana para realizarse los controles periódicos.

En cuanto al caso del Provincial, los sindicatos critican las horas extras que los especialistas del área deberán realizar para acabar con las colas y señalan, además, que lo harán con un radiólogo menos, ya que el centro no renovó el contrato el pasado mes a uno de los siete con los que contaba hasta entonces. «La lista de espera es importante y se trata, además, de pacientes que están pendientes de revisión porque ya han tenido algún episodio de cáncer o que presentan algún tipo de anomalía en los controles», asegura el representante Amalio Palacios, quien advierte de que «las peonadas para combatir las listas de espera se harán si los profesionales se ofrecen», matiza.

El anterior equipo se averió en septiembre y, a pesar de que la dirección aprobó el presupuesto de reparación, los técnicos certificaron que el mismo ya no tenía arreglo. El Provincial realiza unos 5.000 controles anuales y diagnostica unos 250 nuevos casos de cáncer de mama al año.

La secretaria de Igualdad del PSPV en Castellón, Sol Sorribes, celebra la llegada del nuevo mamógrafo al Provincial «para salvar vidas y mejorar la calidad de vida de las castellonenses».

controles rutinarios // Por su parte, la Unidad de Prevención del Cáncer, ubicada en la calle San Vicente, se encuentra saturada, según denuncian pacientes y empleados. El centro, que realiza controles rutinarios cada dos años a mujeres de entre 40 y 65 años de toda la provincia, presenta tiempos de espera «espeluznantes», según CCOO. Una avería reciente dilató las pruebas.

Las mujeres de la zona norte acuden a las revisiones periódicas al hospital de Vinaròs.