La Diputación de Castellón tiene sobre la mesa un nuevo proyecto que promete reducir la cantidad de purines que sale de las granjas, así como un mayor aprovechamiento de estos residuos a través de una tecnología innovadora made in Castellón, de la que ya se ha realizado una prueba piloto con resultados satisfactorios.

Desde el área que gestiona el diputado Ignasi García confirmaron que se trata de un «proyecto muy interesante» que está todavía en el aire porque «hay que determinar cómo se podrá relacionar la administración pública con un ente privado para gestionar fondos europeos con los que se podría financiar la iniciativa».

La idea llega a Diputación de la mano de la empresa Biozeo. Según explicó su gerente, Ángel Gallardo, el objetivo es resolver el problema de «las grandes cantidades de purines que han de moverse para enviar a las plantas» donde se realiza un tratamiento con el propósito de darles utilidad.

SEPARA PARA APROVECHAR

Biozeo propone, «a través de una tecnología de bajo coste» separar la parte sólida de la líquida del residuo, lo que reportaría varios beneficios. El primero, que los 1.250 litros de excrementos que genera un animal en seis meses y que deberían llevarse a una planta específica, solo se queden 250 kilos.

Pero, ¿cómo se consigue? Según Gallardo, la separación es la clave. Al hacerlo, se obtiene una parte de materia orgánica susceptible de ser convertida en biocombustible --al haber eliminado la humedad-- y a través de un proceso de filtrado de la parte líquida, «generamos agua que es reutilizable para la granja». De los minerales resultantes de este proceso, se genera un fertilizante de uso agrícola «de alta calidad y de liberación controlada», asegura.

Desde el área de Ignasi García confirman que esta propuesta «está estudiándose» para ver «cómo podría encajar este tipo de proyectos en los presupuestos de la Diputación, que ahora mismo están en proceso de elaboración».

Gallardo detalla que la implantación podría realizarse de tres maneras, dependiendo del tamaño de la granja. En las de menos de 1.000 cerdos, para la que se facilitaría financiación para el acceso a esta tecnología. En las de menos de 2.500 animales, se les ofrecería la posibilidad de instalar el proceso de filtración y el servicio de separación se haría de manera portátil, con un vehículo preparado para este fin. En las de más de 2.500, se plantearía la adquisición del pack completo, que el gerente de Biozeo calificó como un coste «razonable», a tenor del beneficio.