El presidente de la Diputación Provincial de Castellón, José Martí, se ha comprometido a trasladar a las administraciones competentes la solicitud de ayudas para contribuir a la supervivencia de las farmacias rurales.

Así, tras reunirse con representantes de cuatro boticas del interior de Castellón, el dirigente provincial dejó patente que instará a que «se estudien fórmulas que permitan rediseñar las guardias o actualizar las ayudas --para afrontar los costes de adaptación tecnológica--». En la misma línea se mostró el diputado contra la Despoblación y Desarrollo Rural, Santi Pérez; y la directora general de Avant, Jeannette Segarra, quien trasladó a las farmacéuticas su plena disposición a trabajar de la mano con el colectivo.

«Estamos preocupados porque es fundamental mantener estos servicios en el interior, sobre todo con una población envejecida que lo precisa», indicó Martí.

Con todo, señaló que «aunque hay medidas que no son de nuestra competencia, sino de otras instituciones o del propio Colegio de Farmacéuticos, la Diputación tiene que estar ahí y, desde luego, presionaremos ante las administraciones competentes».

En la reunión participaron Blanca Carcelén, farmacéutica de Benafigos; Paula Mateu, de Ludiente; Mónica Gozalbo, de Alcudia de Veo, y Carmen Garcés, de Puebla de Arenoso. Son cuatro de las 36 farmacias de viabilidad económica comprometida de Castellón. «Lo normal es estar 24 horas de guardia sin que suba nadie. Y para vacaciones, nadie quiere venir a trabajar 15 días para sustituirnos», lamentaron.