La Formación Profesional (FP) afronta el reto de adaptarse a la nueva industria 4.0, más innovadora, digital y tecnificada. Y las empresas urgen a afrontar ya esa modernización y que los ciclos no se queden atrás en el proceso de cambio que se está viviendo cada vez más rápido, adaptando sus contenidos curriculares y sus prácticas para que los alumnos den el salto al mercado laboral en condiciones, mejorando así la empleabilidad.

Desde la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC)), la patronal cerámica Ascer y la Cámara de Comercio coinciden en que «hacen falta mecanismos más flexibles» para adaptar los grados profesionales a la cambiante realidad laboral y critican que las medidas van muy lentas, «pasa mucho tiempo desde que se proyecta una medida hasta que se puede poner en práctica». «Hace falta más agilidad para no perder el tren», señalan.

«Cada vez se piden más perfiles técnicos, en una economía que está saliendo de la crisis y está reactivando la contratación», explica Javier Valls, jefe de Formación de la Cámara de Comercio, que pone el acento en que «los centros deben adaptarse a las necesidades continuamente cambiantes del tejido productivo en el que se mueven». «Es complicado, pero hay que intentarlo», dice.

Desde la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), su portavoz, Néstor Pascual, prioriza que la «tecnificación galopante de las empresas para competir en los mercados exportadores debería estar más conectada a la formación». Fuentes de Ascer señalan que «desde el punto de vista de la industria, la formación, general o la 4.0, debe disponer de mecanismos flexibles para adaptar los currículos formativos a la realidad en cambio permanente de los procesos de fabricación, márketing, comercialización y tecnología». «Hasta la fecha, las adaptaciones se producen con un importante desfase respecto del momento en que se necesitan, y esa flexibilidad exige, además, una actualización permanente de la maquinaria y herramientas de la docencia». Y capítulo aparte, «los idiomas son imprescindibles, dada la gran internacionalización de sectores clave en Castellón como el azulejo», especifican.

«SUBIRSE AL CARRO ES CLAVE» // Los institutos están «convencidos» de que «es clave subirse a este carro», con «más conexión con las empresas» de cada sector, pero piden que se «rebajen las trabas administrativas, excesivas». «Todo pasa por la Conselleria», señalan varios centros consultados. «La FP debe modernizarse, estar al día, apostando por la innovación y conectando más la formación con el entorno empresarial y en ese camino estamos, formándonos para trasladarlo a los alumnos», dice la directora del CEIFP en Benicarló, Esther Segura.