La Federación del Metal de Castellón (Femecas) ha entrado en concurso de acreedores. Más allá de la noticia en sí, que publicó el Boletín Oficial del Registro Mercantil recientemente, la importancia radica en que entre 10.000 y 12.000 trabajadores de la provincia, que regulaban su labor mediante un convenio colectivo que les agrupaba, verán como, si finalmente desaparece Femecas (lo más probable, según señalan fuentes del sector consultadas por este diario), tendrán que negociar su marco laboral por sectores.

Y es que la negociación del convenio colectivo era la principal actividad de Femecas, que también realizaba cursos de formación. De esta manera, los fontaneros e instaladores de gas y calefacción (encuadrados en Apimagc); los instaladores eléctricos (Aiecs); trabajadores de las empresas del metal (Upem); fabricantes de maquinaria cerámica (cuya patronal es Asebec); y empleados de talleres y concesionarios (Astrauto), lo más probable es que, al acabar el 2018, cuando finaliza su convenio, tengan que negociar por sectores.

Esta es la principal consecuencia del concurso de Femecas, sobrevenido fundamentalmente al no poder abonar un préstamo que pidió a la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) de la Comunitat Valenciana, como ha podido saber este diario de fuentes involucradas. Ahora será el administrador concursal el que decida si finalmente se extingue la Federación o si hay vías para lograr su supervivencia, algo más que complicado, ya que los únicos ingresos eran por las cuotas de las cinco asociadas y las subvenciones de los cursos, precisamente una de las causas de su deuda.

Lo que no peligra es la continuidad de las cinco asociaciones sectoriales, aunque algunas, como Upem, ya habían solicitado desgajarse de Femecas.