Falta una semana para Nochevieja y casi todo el mundo ya pensado dónde va a celebrar el fin de año. O mejor dicho, lo tiene pensado y hasta reservado. Si es de los que todavía no lo tienen claro y piensa que la mejor opción es una casa rural, tendrá que darse prisa. A estas alturas del calendario, prácticamente todos los alojamientos del interior están completos, y al que todavía no lo está le quedan muy pocas plazas libres.

Diciembre es uno de los meses clave para los alojamientos de interior. La prueba de fuego fue el puente de la Constitución y ahora el sector ya tiene la vista puesta en Nochevieja. «Es una fecha importantísima y eso que este año el calendario no ha sido benévolo. Año Nuevo cae en miércoles, lo que no permite alargar los días de fiesta y, por ejemplo, empalmarlos con el fin de semana», dice Lledó Agüera, una de las responsables de Mas de Borrás, en Villahermosa del Río.

Fin de año en un clásico para los alojamientos del interior de la provincia y todo apunta a que en esta ocasión tampoco defraudará. «Las expectativas son muy buenas y en Vilafamés prácticamente no queda ni una plaza libre. De hecho, tenemos reservas desde el mes de septiembre», explica Gabriel Mayo, propietario de varios alojamientos de turismo de interior en el municipio.

Alberto Galloso, uno de los responsables del club de producto de interior Temps (asociación que preside el empresario Joaquín Deusdad, propietario del local El Faixero de Cinctorres) también se muestra de lo más optimista. «La sensación que tenemos es positiva y la peculiaridad es que las reservas se están anticipando, tal y como ya sucedía antes de la crisis», describe.

En temporada alta

Que durante el mes de diciembre el turismo rural se juega una parte importante de la facturación del año lo demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De los algo más de 46.500 clientes que se hospedaron en una casa rural el año pasado, hasta 5.386 lo hicieron durante el mes de diciembre, es decir, el 11,5%. Y entre los destinos con más tirón destaca Morella, Vilafamés o Villahermosa del Río.

Aunque cada cliente es un mundo y hay mil y una razones para elegir un alojamiento de interior, la mayoría de los visitantes buscan estar en contacto con la naturaleza. «Nuestra gran baza es que estamos muy cerca del Penyagolosa. El cliente que elige Mas de Borras lo hace, sobre todo, para desconectar y disfrutar de rutas a pie y todo tipo de actividades para los niños», destaca Lledó Agüera.