La sostenibilidad no es una moda pasajera, ha venido para quedarse y las empresas de Castellón la tienen que asumir como uno de sus principios rectores para avanzar hacia el futuro, también las pymes. Es el mensaje que con claridad expresaron ayer destacados representantes económicos de la provincia reunidos en una mesa redonda por Mediterráneo y BBVA en la sede del banco de la avenida Rey Don Jaime, donde analizaron hasta qué punto está implantada en la provincia, cuáles son los retos y las dificultades a los que se enfrentan en esta materia y cuál debe ser el papel de las administraciones.

Dirigida por el director del diario, José Luis Valencia, la charla contó con la presencia del director de Soluciones Sostenibles de BBVA, Daniel Navia; el senior manager Responsible Business-Sustainable Solutions del banco, Pablo Penone; el director general del Grupo Gimeno, José Luis Vilar; el secretario general de la CEV en Castellón, Salvador Serrano; el director del CEEI, Justo Vellón; y el director de Innovación y Nuevas Tecnologías de Grupo Simetria, Francisco José Vea.

Inversiones

Todos ellos coincidieron en que, al margen de ser un objetivo deseable a nivel social, la sostenibilidad contribuye a un mejor rendimiento de las empresas. «Hay que hacer la labor de desmentir el mito de que invertir en esta materia es caro», explicó Navia. Vilar añadió que si bien es posible que en un primer momento haya que afrontar gastos, estos se recuperarán «y no a través del precio final, sino por una mayor eficiencia y demanda y un mejor producto».

Una transformación que no solo concierne a las grandes empresas, sino también a las pymes. ¿Están caminando las de Castellón hacia la sostenibilidad? «Es un camino lento pero que tiene que calar. En el CEEI lo tienen interiorizado», indicó Vellón. Serrano, por su parte, aseguró que desde la CEV se está trabajando continuamente en este sentido; y Penone añadió que existe un problema de «desconocimiento» entre los pequeños empresarios.

«El sector financiero y las grandes empresas deben explicar a las pymes cuáles son las alternativas», añadió Navia, incidiendo en la idea de que deben actuar como avanzadilla que arrastre a firmas de menor tamaño.

Todo ello, además, siguiendo un mandato de los ciudadanos, que exigen un mayor compromiso con el medio ambiente. «No se responde solo ante los inversores, también ante la sociedad a la que se vende el producto», detalló Vea. «Estamos cerrando un círculo con la comunidad científica», añadió Serrano.

Aministración

Un marco legislativo uniforme y previsible y menos trabas al emprendimiento en materia sostenible. Es lo que pidieron ayer los representantes de la banca y las empresas a las distintas administraciones, cuyo papel es clave, «A veces existe la regulación para hacer ciertas cosas, pero en los trámites se frena todo el proceso», indicó Vilar. Vea destacó que la tecnología que se está desarrollando «va muchas veces muy por delante de la legislación».

«Son necesarias unas bases sólidas, pero es normal que no se avancen al mismo ritmo que las empresas. La administración debe intervenir cuando las tecnologías están ya asentadas», indicó Navia. «Si preguntas a los empresarios, te dirán que lo que quieren es que les dejen tranquilos. En este caso no debe ser así; la Administración tiene que ser proactiva», dijo Vellón.

Cerámica

Uno de los casos en los que la regulación no está contribuyendo al desarrollo de energías más limpias es el del clúster cerámico, cuya apuesta por la cogeneración no está siendo correspondida. «En Castellón el sector azulejero es un consumidor intensivo de gas y no hay una tecnología para suplirlo, de modo que las empresas pagan unas tasas muy elevadas por CO2. Hacen falta más ayudas en investigación y desarrollo o seguir apoyando la cogeneración, que ya existe», explicó el secretario general de la CEV.

También hizo referencia al clúster cerámico el director de Innovación y Nuevas Tecnologías de Grupo Simetria, para quien el reto para las empresas desde el punto de vista energético «es hacer cerámica a 300 grados, no a 1.000». La amenaza es que los competidores implanten una nueva tecnología, avisó Vidal.