El vicario general de la diócesis de Segorbe-Castellón, Javier Aparici, ha recordado en su comunicado a los fieles castellonenses que esta «crisis mundial» del coronavirus «tiene la ventaja de recordarnos que todos vivimos en una casa común y somos vulnerables e interdependientes», parafraseando al obispo francés de Belley-Ars. En definitiva, que todos vamos a morir aunque no semaos conscientes en el día a día. «Pretendemos dominarlo todo y ocultamos que no somos los dueños de la vida! (...)», sigue la misiva. En cualquier caso, desde el Obispado llaman «a la prudencia» y «a no ceder al miedo y al pánico colectivo». «No hay motivo para que los cristianos católicos dejemos de reunirnos para rezar o para celebrar la eucaristía, ni tampoco renunciar a prestar la ayuda que necesiten nuestros semejantes», añaden.

Para Aparici, «hemos de seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas, que piden mantener una correcta higiene y tomar precauciones para no contaminarnos unos a otros».