El contacto con Ciudadanos ha sido el último de la alcaldesa en funciones, Amparo Marco, de la primera ronda de reuniones en busca de la estabilidad del nuevo gobierno. Primero exploró la vía del Pacte del Grau, sentándose con el candidato de Podem-CSeM-EU, Fernando Navarro; y después con el de Compromís, Ignasi Garcia. Con el de la formación naranja, Alejandro Marín-Buck, el contacto fue telefónico. Según explicó el líder de Cs en la capital, Marco le habría trasladado que está valorando todas las opciones de gobierno, entre la que se incluye la suma con Ciudadanos, pero que todo está en el aire y que no hay nada decidido. Por su parte, Marín-Buck le dijo que «estamos abiertos a todo. Vamos a escuchar», pero que la decisión no dependía de él, sino del comité de pactos autonómico.

El candidato de Cs explicó que sí le habría confesado a la socialista que «por el bien de los castellonenses, sería mejor un gobierno con Ciudadanos, y no una reedición del Pacte del Grau con Compromís y Podem». La representante del comité de pactos de Cs en la provincia, Cristina Fernández, avanzó que no sería hasta la próxima semana cuando se sentarían a ver las opciones de pactos con el PSPV en la capital. «Sin nada decidido, todas las puertas están ahora abiertas», apuntó.

Con el contacto con Cs, Marco habría finalizado la primera ronda de reuniones en busca de un gobierno «estable», con un pacto «sólido» y de «amplía mayoría» que es su prioridad, como esta misma semana explicó. Para el próximo lunes deja la reunión con la candidata del PP, Begoña Carrasco, que ya no sería en busca de alianzas, sino «por cortesía política» para abordar la próxima legislatura municipal.

MOVIMIENTOS EN EL PSPV // Al margen, pocos movimientos del partido socialista trascendieron, más allá de reuniones puntuales para abordar el equipo que negociará los hipotéticos pactos o perfilar la hoja de ruta a seguir en los próximos días. El PSPV se lo toma con calma, consciente de que Marco se proclamará alcaldesa dentro de una semana, el sábado 15 de junio; ya sea por mayoría -con el apoyo de otras fuerzas- o en minoría, en una segunda ronda que ganaría la lista más votada en las elecciones del pasado 26 de mayo. Esta semana es clave, aunque las negociaciones se podrían demorar más allá del 15-J.