El 2018 ha sido un año negro en las carreteras de la provincia de Castellón. La Dirección General de Tráfico hizo este jueves balance y, mientras que en el conjunto del Estado, el número de muertos en vías interurbanas ha bajado tras dos años de tendencia alcista (suman 1.180, 18 menos que en el 2017, un -1,5%) en la red castellonense han subido. En concreto, ha habido que lamentar 29, seis más que el año anterior, es decir un +26%.

Los colectivos de automovilistas han reivindicado, a tenor de estas cifras, una mejora de las infraestructuras. El RACE recordaba su último informe, que situaba a la N-340 entre Peñíscola y Vinaròs como uno de los diez tramos del país con más accidentes con vehículos pesados, ya que concentraba un 67%. También reivindicó un plan de incentivos para la renovación del parque móvil, intensificar las campañas de sensibilización, un plan de mejora de la formación vial, elaborar un mapa de radares y fomentar la circulación por autopistas y autovías.

Por su parte, Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados, señaló que a pesar del discurso triunfalista, porque ha habido 18 muertos menos en España, los datos siguen confirmando una tendencia al alza, porque ha habido más siniestros mortales en España, en concreto, han pasado de 1.065 a 1.072. Estos también han ido a más en Castellón. Han pasado de 20 a 28, según la Dirección General de Tráfico.

Arnaldo consideró, además, que en la Comunitat se ha producido un incremento de la mortalidad «enorme y muy preocupante» y recordó que han aumentado en las tres provincias de la Comunitat. Y es que la valenciana es la autonomía en donde más creció la siniestralidad. En concreto, hubo 133, es decir, 32 más que en el ejercicio precedente (un 31% más). Ocho comunidades han experimentado una disminución.

INVERSIÓN // A juicio de Arnaldo, «sigue habiendo un problema de infraestructuras, en la red secundaria, una falta de inversion en el mantenimiento de la red unido al incremento del volumen de tráfico. Calificó de parches las medidas de la DGT. «En vez de limitarse a ser unos contables debería aprobar un plan estratégico de medidas y objetivos».

PLAN DE LA DGT // Por su parte, el Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de Tráfico (DGT), quiere tener listas este primer semestre del año las medidas que ha diseñado para reducir la siniestralidad vial, aunque algunas no podrán ponerse en marcha en ese plazo porque necesitan la tramitación parlamentaria.

Dentro de este paquete se incluyen dos prioritarias, la reducción de 100 a 90 km/h del límite máximo de velocidad en vías convencionales ya ha aprobada y que entrará en vigor a finales de enero, y el límite de 30 km/h al menos en las calles de un solo sentido.