La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública Gabriela Bravo aseguró ayer que la Comunitat Valenciana «con todas las cautelas posibles está preparada» para afrontar los posibles episodios de lluvias torrenciales este otoño. La Conselleria tiene la capacidad, llegado el momento, de movilizar a «un millar de efectivos y un centenar de vehículos para evacuación y rescate», según anunció la propia Bravo.

La consellera realizó este anuncio en la presentación de la campaña de prevención de avenidas, que se celebró ayer en València en el marco de la Jornada Técnica sobre Planificación de Emergencias por Inundaciones.

Además, Bravo recordó que es responsabilidad de la Agencia Valenciana de Seguridad y Emergencias la coordinación de otros organismos. Los episodios de lluvias torrenciales son cada vez más virulentos a causa del cambio climático. En ese sentido, la consellera Bravo señaló que la Generalitat «está adecuando toda su acción política para enfrentarnos a esta realidad y proteger a personas y bienes».

Asimismo, Bravo insistió en la importancia de la coordinación y recordó que los poderes públicos deben hacer «pedagogía de cara a la ciudadanía para que sea consciente de que en situaciones declaradas de alerta debe asumir las indicaciones de los servicios de protección civil».

consistorios // En la jornada, celebrada en colaboración con el ayuntamiento de València, se destacó el papel fundamental de los consistorios en la gestión de emergencias en caso de riadas. Tanto en las labores de preemergencia como en el seguimiento de lluvias, y también observando los puntos más problemáticos del término. En cuanto a la prevención, se trataron temas como la limpieza del alcantarillado o el drenaje de la vía pública.

En ese sentido, Bravo puso a disposición de los 103 municipios valencianos que están en zonas de riesgo medio o alto de inundaciones, y que aún carecen de Plan de Actuación Municipal ante este problema «todo el asesoramiento y el apoyo necesario» por parte de la Agencia, para ayudarles a confeccionar este tipo de planes. Cabe recordar que seis de cada diez castellonenses, casi 350.000 personas, residen actualmente en un núcleo poblacional considerado de peligro cuando llegan las fuertes lluvias.