La vicealcaldesa de Castellón, Ali Brancal, no tiene la más mínima intención de apartarse del cargo pese a la presión in crescendo que está soportando en los últimos días a raíz de la querella presentada por el concejal popular Juan José Pérez Macián, por un presunto delito de malversación de fondos públicos y falsedad documental -que también afecta al secretario autonómico Enric Nomdedéu- por el supuesto envío de propaganda electoral de Compromís desde el correo del Ayuntamiento para las elecciones europeas del 2014. Brancal no se ve imputada, por lo que no considera que se le tenga que aplicar el código de buen gobierno y recalca que las pruebas que aporta Pérez Macián «son falsas». «No estoy imputada y no dimitiré», dice.

Se siente «respaldada» por el Pacte del Grau. Por sus socios socialistas en el equipo de gobierno, pese a que públicamente el PSOE haya guardado silencio hasta el momento, y no haya abordado el asunto directamente con la alcaldesa, Amparo Marco, por problemas «de agenda». También por Castelló en Moviment y, por su supuesto, por Compromís.

Ante los medios, recordó que ahora el foco de la investigación está en las pruebas aportadas por el edil popular en la querella, después de que la Audiencia Provincial haya admitido a trámite recursos de apelación para que se estudie la legalidad de «unos sobres que han estado en posesión de un concejal de un partido condenado, por ejemplo, por la Gürtel», que no le merece «ninguna confianza». «No sé qué ha pasado durante cuatro años con unos sobres que nos atribuyen, ni lo que han podido llegar a poner dentro», indica. Sobre si piensan iniciar acciones legales si la Audiencia determina que son pruebas falsas, Brancal, dice que ahora «eso es una ficción» y que no saben qué harán, porque seguramente estarán «en campaña».

LA ÉTICA DE ‘SU’ CÓDIGO // La vicealcadesa insiste en que no está «imputada, sino investigada» -pese a que desde el 2015 se sustituyó un término por otro- y que no le debe ser de aplicación el código de buen gobierno que su partido propició, incluso cuestiona la ética del mismo: «Pensad lo ético que es que cualquier partido pueda querellarse contra cualquier persona y esta tenga que dimitir». Evidencia así Brancal el carácter estricto y riguroso de un código que le parecía idóneo estando en la oposición, en 2015, pero no tanto cuando se tiene que someter al mismo.

Respecto a la comisión plenaria de gobierno abierto y participación del próximo día 22, en la que puede abordarse su futuro en base al informe jurídico de la secretaria del pleno que reconoce la calidad de investigada de Brancal, la vicealcaldesa dice que «no hay ninguna iniciativa sobre la mesa» y que el PP, pese al ruido mediático que hace, «no ha iniciado ningún trámite oficial dentro del Ayuntamiento para que se pueda tratar el informe».