El Círculo Mercantil ha pedido al Ayuntamiento de Castellón que intervenga ante la sentencia del Tribunal Supremo que determina el derribo del emblemático edificio Ortega Playa, situado en la playa del Gurugú, mediante una negociación con la dirección general de Costas o con la cesión de la gestión, o incluso de la titularidad, del inmueble a su favor.

Se quiere responder de este modo a esta resolución, que supone el fin del recorrido judicial de esta problemática, que enfrenta a los propietarios con Costas y el Ministerio de Medio Ambiente desde hace décadas. Y es que el Supremo ha rechazado el recurso de amparo presentado por el Círculo Mercantil contra una sentencia emitida por la Audiencia Nacional en noviembre del 2014, que determinó el derribo de este edificio por considerar que se trata de una propiedad privada situada en dominio público marítimo terrestre (DPMT).

El presidente del Círculo, Tomás de Rosa, explica que la nueva ley de Costas ofrece una posibilidad para salvar la parte de este complejo, un pequeño pabellón, que se usa para guardar las tablas y velas necesarias para practicar windsurf y kitesurf, así como la zona ajardinada; pero esto excluye al inmueble que estaba ocupado por el restaurante.

contactos // Por este motivo, desde esta institución se pusieron en contacto con el equipo de gobierno de Castellón para “intentar salvarlo del derribo”, explica De Rosa. En este sentido, detalla, hubo una reunión con la concejala de Impulso de la Actividad Económica, Patricia Puerta, el pasado mes de octubre, aunque hasta el momento no se ha determinado cuál va a ser la actuación municipal a este respecto.

Desde el Círculo Mercantil sugieren que el Ayuntamiento se ponga en contacto con la dirección general de Costas para iniciar negociaciones; o que incluso la titularidad del inmueble pase a manos públicas, lo que creen “que podría evitar el derribo”.

De Rosa señala que “sería una pena que la ciudad perdiera un patrimonio tan valioso, ya que en este edificio se pueden desarrollar muchos proyectos”. Entre ellos, “una base náutica, que nos consta que le interesaba al equipo de gobierno”, argumenta.

El edificio --situado al comienzo de la playa del Gurugú, frente al aeródromo-- tiene más de medio siglo de antigüedad y ha sido sede de fugaces negocios a lo largo de los últimos años. H