La satisfacción que produjo en el mundo empresarial castellonense la licitación de las obras para implantar el ancho internacional en el tramo del Corredor entre Castellón y Vandellós solo se vio empañada por el hecho de que estas obras no prevén la doble plataforma. Con ello, cuando finalicen las obras (previsiblemente en 2022), los trenes de mercancías y de pasajeros seguirán circulando por la misma vía, lo que perjudicará especialmente a los convoyes destinados a la exportación de productos castellonenses.

A este problema se añade otro que tanto Renfe como las operadoras privadas dedicadas al transporte de mercancías tendrán algo más de dos años para subsanar: el hecho de que de Castellón hasta Tarragona solo se podrá circular en ancho internacional, lo que obligará a todos los actores ferroviarios a realizar nuevas inversiones en locomotoras y vagones. En el caso de las firmas privadas, tendrán que acometerlas sin tener asegurado el tráfico, pues en la actualidad la cantidad de azulejo o cítricos que se transportan a Europa por esta vía es pequeña.

Todos los actores consultados por este diario coincidieron en que el corredor mediterráneo «debe tener doble plataforma». La frase la pronunció ayer Ximo Puig, quien aseguró que el proyecto a largo plazo sí prevé la construcción de ese tercer hilo. No obstante, según la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), esa segunda fase de las obras no estaría acabada, al menos, hasta el 2025.

De esta forma, tanto el presidente del Puerto de Castellón, Francisco Toledo, como otros empresarios consultados auguraron «problemas de conexión» del tramo Castellón-Vandellós con otros del sistema ferroviario estatal hasta que no exista esa doble plataforma. El comisionado del Gobierno para el Corredor, Josep Vicent Boira, reconoció ayer que la solución adoptada no es la idónea y vinculó la puesta en marcha del tercer hilo a un aumento del tráfico en los próximos años.

PROBLEMA EN CERCANÍAS // Una de las líneas que deberá contar con material rodante nuevo para funcionar el 2022 es la que une la capital de la Plana con el Baix Maestrat, que nació el año pasado. Boira afirmó tener constancia de que Renfe, que ahora no tiene ni un solo tren adaptado al ancho internacional, es «sensible» a la política de Adif de apostar por este tipo de infraestructura ferroviaria, de lo que se deriva una previsión de inversión en estos convoyes.