Con el veto rotundo de Pedro Sánchez y de buena parte de Ferraz a la coalición para el Senado que pretende con Podemos y Compromís, el líder del PSPV, Ximo Puig, dribló ayer los anuncios y negativas con tres planteamientos básicos, pensados para ganar tiempo y lograr, al final, sus objetivos: no perder los pocos escaños logrados en la Cámara Alta y, si es posible, arañar alguno más. Por un lado, dio la razón a la dirección federal sobre su competencia legal para decidir sobre acuerdos electorales y aseguró que “no hay rebelión”. Por otro, paró el proceso de negociación en la Comunitat, pero solo hasta que se den las “circunstancias adecuadas”. Y, por último, preparó una alternativa: no habría listas conjuntas, pero sí un acuerdo sobre cuántos candidatos presenta cada formación y hacer un mailing electoral conjunto.

Los electores de Castellón, Valencia y Alicante recibirían las papeletas de los tres partidos con los nombres del PSPV, Compromís y Podemos ya marcados.

Además, su equipo de Blanqueries se movía ya por la tarde para poner sobre el papel esta idea y solicitar el apoyo escrito al proyecto de Puig de los cargos institucionales socialistas, desde alcaldes hasta diputados, pasando por los miembros del Consell.

APOYOS Y RECHAZOS // En este sentido, la consellera Carmen Montón, quien en un primer momento se mostró contraria al pacto con la formación morada, rectificó a última hora, para respaldar la propuesta del líder del PSPV. No ocurrió lo mismo con el secretario general socialista de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos, quien después de abandonar la reunión del comité nacional del PSPV del martes, que así pudo aprobar por unanimidad lo que se ha bautizado ya como el Acord Valencià, volvió a dejar clara su falta de sintonía con Puig, al rechazar ningún acuerdo con la formación de Pablo Iglesias.

Quien sí abogó por Puig, en una línea habitual dada la concordancia de planteamientos, fue la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, quien dijo también en relación con la postura del líder valenciano, que “no hay rebeliones” en su partido y se mostró convencida de que “habrá diálogo entre los compañeros” de su formación.

Su apoyo se encuadra en clave de toma de posiciones orgánicas en el PSOE para el medio y largo plazo, en el que Díaz tomaría el lugar de Pedro Sánchez al frente del partido, un camino en el que contaría con el respaldo de Puig.

Los plazos // Mañana, al filo de la medianoche, se agotará el plazo para presentar de forma oficial una coalición ante la Junta Electoral. Además, la comisión de listas del PSOE, la que decide para proponer al comité federal previsto para el sábado como quedarán las candidaturas, tiene también en agenda reunirse este viernes. Ante este estrecho margen de tiempo, el presidente del Consell aseguró que iba a “continuar dialogando con la ejecutiva federal por ver si hay alguna posibilidad de acuerdo”.

Igualmente, Ximo Puig dijo que “margen siempre hay” antes de mañana, partiendo de un “diálogo razonable”, y de que “todo el mundo tiene su verdad y su argumentario”. Precisamente sobre los plazos, el secretario de Organización del PSPV-PSOE, Alfred Boix, insistió en que el límite temporal se desplazaría hasta el día 23 de mayo, último para presentar las candidaturas, si la vía es la de los nombres pactados.

En todo caso, mientras la lideresa de Compromís, Mónica Oltra, reiteró su confianza en que pueda lograrse el pacto; en una línea similar al síndic de Podemos, Antonio Montiel; el referente histórico del PSPV y expresidente de la Generalitat, Joan Lerma, se mostró tibio, al decir que ve “difícil” su consecución; y el síndico del PSOE en el Senado, Óscar López, reiteró el “no” a Podemos, aunque aceptó un acuerdo con Compromís. Por su parte, la líder del PPCV, Isabel Bonig, dijo que Pedro Sánchez hace una “enmienda a la totalidad” a Puig. H