El president de la Generalitat, Ximo Puig, defendió ayer el nuevo decreto de plurilingüismo y pidió «a las personas y partidos políticos que quieren usar la lengua para la confrontación», «responsabilidad» y que dejen de “manosear” el conflicto lingüístico porque “no existe”. Lo dijo en la presentación, junto al conseller de Educación, Vicent Marzà, del Árbol de las Lenguas, en el marco de una fiesta con escolares de toda la Comunitat en el marco del Día Mundial de las Lenguas en la Conselleria, donde puso el acento en que la nueva normativa, que debe entrar en marcha el próximo curso en Infantil en los 170 colegios de Castellón, supone “un avance muy positivo para que los niños sepan tres lenguas, castellano, valenciano e inglés».

«No todo el mundo sabe inglés --dijo--; hasta ahora se ha visto que hemos fracasado y este nuevo decreto supone un avance considerable que, además, se hace de forma dialogada y que espero que al final cuente con un gran consenso en la comunidad educativa”.

Marzà destacó que el acto de ayer conmemora «la riqueza lingüística de los valencianos», con la escultura de Monique Bastiaans, en la que las flores simbolizan la diversidad lingüística de niños y niñas de diferentes centros educativos.

LA PROPUESTA, A DEBATE // Respecto a las declaraciones de Escola Valenciana, que asegura que el programa plurilingüe del conseller no responde a su modelo educativo, Marzà señaló que desde la Conselleria “hicimos una propuesta” y ahora comenzarán las mesas de negociación. “De momento la iniciativa es la que es y pensamos que está bien encaminada a mejorar el aprendizaje de las tres lenguas, cosa que hasta ahora no pasaba», indicó. Marzà negó que se discriminen las zonas castellanohablantes. «El objetivo es acompañar a los centros para que los niños dominen las tres lenguas», dijo. H