La segunda fase de Xarxa Llibres concluye hoy con la finalización de las entregas, por parte de las familias a los centros educativos, del material con el que confeccionar los casi 30.000 lotes que deberán estar listos para su entrega de cara al próximo curso en la provincia. Para dar fe y garantizar su buen estado, los docentes y equipos directivos tendrán que evaluar y garantizar, en apenas diez días, que los libros están en buenas condiciones de uso.

Directores de centros de Primaria y Secundaria coincidieron ayer en señalar el escaso tiempo que han tenido para adaptarse a un programa en un proceso que, si bien en Primaria “prácticamente ya está encarrilado”, los problemas se vienen sucediendo en Secundaria, donde se da una mayor resistencia y una sobrecarga de trabajo en el equipo docente. En este extremo, la aplicación de la Lomce no ayudará, al cambiar los libros de texto de segundo y cuarto de ESO el próximo curso.

“ATENUAR” LAS EXIGENCIAS // Sobre el estado de los libros entregados, la Conselleria ha comunicado a los responsables de los centros la necesidad de “atenuar” las exigencias a las familias con el fin de acelerar y flexibilizar los procesos de recogida de material y su evaluación, según indican desde los propios establecimientos.

Para conocer y valorar la situación, los responsables de centros se reunieron ayer con la dirección territorial de Educación, a quienes mostraron su malestar por los ajustados plazos, no así por el propio programa ya que consideran que lo “adecuado hubiera sido plantearlo en, al menos, dos ejercicios”, con lo que no se hubieran dado “estos problemas derivados de una precipitación que la propia dirección territorial, finalmente, ha reconocido”.

Más críticos se mostraron ayer desde el ámbito sindical. Así, desde Stepv en Castellón, se cuestionó el procedimiento elegido, que ha supuesto una “sobrecarga excesiva para un profesorado que se ha visto sobrepasado al coincidir con el cierre del curso y la organización del siguiente”, según explican desde la central, que señalan que todo el peso de evaluación recae en los docentes.

Por parte de la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Castellón se subrayó la alta participación de las familias, aunque también la falta de información que ha rodeado a todo este programa “de difícil comprensión para buena parte de las familias” o la falta de refuerzos en los centros para atender la demanda. Por contra, el director del IES, Penyagolosa, José Martí, sí destacó la fuerte implicación de todo el estamento escolar para la reposición de los libros . H