Las organizaciones agrarias de la Unió de Llauradors y Fepac-Asaja están dispuestas a hablar de “convivencia” de cítricos y colmenas que implique levantar las actuales restricciones a los apicultores cerca de huertos naranjeros para evitar la temida pinyolà, pero con “control”. La Conselleria, por su parte, se ha comprometido a estudiar zona a zona y hablar de ampliar colmenas “en un mes”.

La supervisión implicaría delimitar cuadrantes y perímetros para que la polinización cruzada de las abejas no perjudicara a la nulera, añadiendo semillas y rebajando su calidad. Otra petición es no plantar híbridos sin control y evitar que vía abejas, insectos o el aire se expanda la pinyolà.

Para el dirigente de la Unió, Ramón Mampel, “las abejas juegan un papel fundamental y las variedades sin semillas son las de más peso. Citricultores y apicultores deben ir de la mano, y el Consell podría arbitrar, ordenando con racionalidad y controlar las zonas de híbridas”. Desde Fepac, su homólogo, Néstor Pasqual, señaló: “La Conselleria debería convocarnos a todos. Estamos a favor de ampliar colmenas, con control también y regulando bien donde se plantan híbridos”. H