Apenas uno de cada cinco jóvenes de Castellón de entre 16 y 29 años vive fuera del hogar familiar, concretamente el 19%, según del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), Y eso significa que la inmensa mayoría no pueden abandonar el nido familiar porque sus ingresos no les dan para pagar un alquiler o la entrada de una vivienda.

El Observatorio destaca que el coste teórico de acceso a la vivienda libre, ya sea en alquiler o compra, «resulta inasumible para una persona joven asalariada», pese a que los precios son muy inferiores a los de otras ciudades como Barcelona, Madrid o San Sebastián. «De igual modo, el sueldo neto de una persona joven asalariada entre 16 y 34 años se encuentra entre los más bajos del país», resume el informe que indica también que en la Comunitat Valenciana la tasa de pobreza o exclusión social «es mayor que en otras regiones».

Los datos del Observatorio son demoledores. Para comprarse un piso, un joven precisa destinar el 62,4% de su salario anual al pago de la mensualidad de la hipoteca. Eso sí, antes debe hacer frente a la entrada, para lo que requiere 4,4 veces su salario anual. «Con las retribuciones que se perciben, comprar una vivienda es prácticamente impensable y los alquileres también han aumentado, por lo que tampoco es una opción viable», describe a este diario Pablo Salvador, presidente del Consell de la Joventut de Castelló. Por eso, el nido familiar sigue siendo la opción mayoritaria.