Tres heridos por asta de toro, uno de carácter grave y dos leves, es el balance de una cogida múltiple en el primer bou al carrer de las fiestas de Sant Pere del Grao de Castellón que arrancaron ayer.

El grave es un joven de Almassora de 31 años, D. M. C., con perdida de masa muscular en la pierna izquierda. Los dos leves son J.M.G, de 34 años, vecino también de Almassora, con lesión en el torso izquierrdo, y V.B.O., de Castellón y de 45 años, con contusiones en el brazo derecho, según comunicó la Policía Local, que anunció que se suspendió el festejo al trasladar a los heridos en las dos ambulancias con sede en el recinto. Mientras, el presidente de la comisión de fiestas, Antonio Tirado, restaba importancia a la cogida y hablaba de «cornadas superficiales». Negó que se hubiera suspendido el espectáculo taurino. Unas fiestas de Sant Pere que se iniciaron con el disparo de una mascletà a cargo de la pirotecnia Peñarroja, de la Vall d’Uixó. Un anuncio que contó con la participación de la alcaldesa, Amparo Marco; el teniente alcalde del Grao, Rafael Simó, y otros miembros de la corporación que acompañaron a las reinas de las fiestas, Laia y Edurne, y presidente infantil, Adrián.

Y, casi a la misma hora en que el atronador ruido de las carcasas iniciaba su vuelo, comenzaba el Esclata Grau, diez horas ininterrumpidas de música de pinchadiscos. Pero, en el principio de los tiempos de la fiesta grauera 2017 los toros ocuparon también su protagonismo excelso -El Grao como una plaza de solera en el calendario de bous al carrer-, y lo hizo a mediodía con la entrada y prueba de vaquillas de la ganadería de Los Chatos, de La Puebla de Valverde (Teruel). Unos festejos taurinos que tendrían su prolongación por la tarde con la primera de las jornadas del XXI Concurso de Ganaderías con los toros de Los Chatos, y el desfile de peñas y la entrada del morlaco para la prova del bou, con unos astados de campanillas, los de Celestino Cuadri, y que protagonizaría la cogida múltiple.

FLAMENCO // Hubo espacio ayer también para el flamenco, con la actuación de Ojana, uno de los referentes de los ritmos del duende en la Penya La Marxa y para la música tradicional de dolçaina i tabal, con un concierto de la agrupación de Dolçainers.

A la hora de cerrar esta información los graueros seguían sumergidos en esa vorágine de dolce farniente de los festejos.