El Molino ha sorprendido a los profesionales del sector con su renovada imagen, que materializa un paso más en la trayectoria de la firma.

El restyling experimentado supone un antes y un después para la compañía que, sin embargo, mantiene intaqcta una de sus enseñas: la cercanía con el cliente.

El amplio abanico de combinaciones y posibidades creativas ha supuesto un espaldarazo para la compañía, que ha visto como su esfuerzo se traduce en un constante goteo de visitas, que confirman el acierto tanto del nuevo diseño del espacio expositivo, mucho más abierto y atractivo, como de sus propuestas.

En el estand del Molino el protagonismo corresponde a maderas, mármoles, piedras, nuevos formatos, relieves y efectos, que estrenan colección, y revestimientos que multiplican su potencial decorativo.

Así, la azulejera lanza en esta edición 23 colecciones, con diferentes acabados y estéticas.

Entre los mármoles destaca la colección Lucca, de máxima elegancia y en formato 30x90; Veneto, en 45,5x90; y Origin, con una gráfica transgresora, en 62x120.

Por lo que respecta a las piedras, un producto siempre alabado en la marca por su fidelidad a la estética de estos elementos, presenta Pedralbes, Naquera y Munich (en 62x120); Viella (30x90) y Numancia (33x50). Todas estas colecciones tienen como meta expandir límites y dar un paso adelante en la experimentación mediante la fusión de materiales.

MADERAS

El Molino ha trabajado cinco colecciones, Saturn (45,5x90), con el hexágono como protagonista; Koala y NY, madera con vetas marcadas en 20x120; Darwin, piezas de 25x75; una colección que fusiona varios materiales en su ser; y Lepanto (en 33,3x33,3).

Respecto a los metalizados, la compañía lanza las colecciones Bolsoi y Kasai, en 33,3x66,6 y 30x90, respectivamente, caracterizadas por su personalidad.

En el apartado Chromatic, El Molino presenta en Valencia Stravaganza con un decorado fuera de serie, muy trabajado, inspirado en los brocados.