El entorno de la cala nudista de Sòl de Riu, que sufrió un desprendimiento la madrugada del jueves, tiene aún más riesgos de derrumbes «inminentes», según informó ayer el concejal de Servicios de Vinaròs, Guillem Alsina. Nuevas y grandes grietas han surgido en la servidumbre de paso, tal y como se pudo constatar tras la visita a la zona del propio edil socialista, el ingeniero de obra civil y el jefe de la Policía Local.

«Han aparecido más hendiduras y la cueva que ha quedado es enorme, por lo que habrá nuevos desprendimientos», explicó Alsina, quien señaló que han tenido que volver a acordonar la zona más hacia el interior para evitar riesgos. Ante esta situación, el Ayuntamiento volverá a remitir a la Dirección General de Costas el informe realizado en enero, donde están la cuantificación de daños y las zonas con más peligro.

Por otro lado, la Policía Local realizará otro documento que refleje la peligrosidad detectada.

Fuentes de Subdelegación del Gobierno indicaron ayer que el Ejecutivo no puede actuar en esta zona «porque son terrenos privados». Por ello, aseguran que la solución reside en negociar con los propietarios para que cedan al Estado una franja de parcela para que se convierta en dominio público marítimo-terrestre y crear un acceso público.

«Este extremo ya se ha comunicado al Ayuntamiento, que a su vez debería hacer un cambio en el actual PGOU», detallaron.

Como manifestaron desde la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, otro problema añadido es que se trata de un acantilado con un paramento de consistencia muy blanda, que retrocede de forma natural bajo la acción del oleaje.