La tarjeta agrícola comarcal ya es una realidad en el Baix Maestrat, y lo hace ante la inminencia de las campañas de la aceituna y los cítricos. El principal objetivo es tener un registro de las fincas y sus propietarios para evitar robos y facilitar la vigilancia a los cuerpos de seguridad. El concejal de Medio Ambiente y Agricultura de Vinaròs, Jordi Moliner, acompañado de sus homólogos de Benicarló y Càlig, Domingo Roca y Carlos Arasa, respectivamente, y del alcalde de Sant Jordi, Iván Sánchez, presentaron ayer en el salón de plenos del consistorio vinarocense esta iniciativa destinada a mejorar la seguridad en los campos de toda la comarca.

De momento, los municipios adheridos a la medida son Peñíscola, Benicarló, Vinaròs, Càlig, Sant Jordi y la localidad vecina tarraconense de Alcanar, pero tal y, como explicó Moliner, «se extenderá poco a poco a más poblaciones». Es la primera vez que esta tarjeta entrará en vigor de forma unificada entre varias localidades de la comarca, ya que antes lo había hecho cada población por separado.

Esta iniciativa permitirá a los dueños de fincas tener una tarjeta que acredite su propiedad y asocie sus vehículos, facilitando a las autoridades una identificación más rápida en las tareas que realiza para el control de los robos en el campo. El documento está basado en el censo de fincas y vehículos que registren los interesados, incluirá la matrícula y la relación de terrenos propiedad de cada uno, sean del propio término municipal o de municipios vecinos. Las patrullas rurales tendrán acceso inmediato a la información mediante el censo.

control // El alcalde de Sant Jordi, Iván Sánchez, señaló que es «un paso importante para la seguridad en el campo», al existir en esta localidad un porcentaje muy alto de población activa agricultora con fincas no solo en el municipio, sino también en las poblaciones colindantes. «Este es un sector ya lo suficientemente castigado y los ayuntamientos debemos colaborar y velar por sus cosechas con iniciativas como esta», indicó.

Por su parte, Arasa señaló que, en el caso de Càlig, el término municipal es relativamente pequeño y la mayoría de propietarios tienen sus fincas en Vinaròs, Benicarló y Sant Jordi. «Esta iniciativa mejorará sin duda la seguridad en nuestros campos, y por ello vamos a facilitar al máximo la formalización de la tarjeta», indicó el primer edil.

Domingo Roca, de Benicarló, remarcó que cuando llegan las cosechas «la inquietud y la inseguridad de los agricultores es mayor». «Hace tiempo que hemos intentado hacer esta tarjeta». H