De un tiempo a esta parte, la reivindicación en defensa de las playas de Nules ha dejado de ser exclusiva de los propietarios de las populares casetes de primera fila, dado que un movimiento vecinal se ha sumado activamente a la hora de demandar lo que consideran un valor cultural, patrimonial y social que se está viendo amenazado por la «inacción de la Administración». Y ha sido esta agrupación, denominada Platges de Nules, la que tras la negación de Costas de los efectos de Filomena en el municipio, les han acusado de «no reconocer el problema para no tener que actuar para solucionarlo».

Con la suma de esfuerzos y convicciones, esta agrupación que integra a asociaciones culturales como La Corretjola, al colegio Lope de Vega y su proyecto Recicla-Escola, a profesionales de diferentes ámbitos, asociaciones de vecinos y un amplio abanico de personas, quieren visibilizar lo que consideran una evidencia: la falta de protección va a provocar la desaparición de uno de los pocos cascos urbanos marítimos tradicionales de la Comunitat Valenciana que todavía sobreviven.

EFECTOS MEDIOAMBIENTALES

Pero advierten que la gravedad de las consecuencias por la falta de inversión no solo afectará a las viviendas, sino a entornos protegidos «como las playas Rajadell y l’Alcudia, reconocidos como zonas LIC por la UE y que están sufriendo una grave salinización» sin que los diferentes gobiernos nacionales hayan hecho algo por evitarlo.

Este movimiento vecinal defiende una máxima por encima de cualquier otra, «esta no es una cuestión de interés individual, ni del hoy y el ahora». Según afirman, «no queremos ser responsables de que se pierda este patrimonio» y un concepto de turismo sostenible «que prácticamente no existe en otro punto del territorio y el litoral mediterráneo».

En cuanto a la respuesta que desde la dirección general de Costas se le dio al senador Carles Mulet respecto a si se pensaba intervenir en Nules tras los daños ocasionados por Filomena, en las que concluían que no se apreciaban desperfectos que requirieran de actuaciones de emergencia, desde Platges de Nules solo dicen que «las imágenes de esos días hablan por sí solas» e insisten en que son muchos años de pérdidas irreversibles y no reconocidas.

«No actuar es como destruir», lamentan, al tiempo que defienden que «contamos con informes de expertos en todos los ámbitos, arquitectónico, patrimonial, universitario, que insisten en la urgencia de proteger la playa».

Llaman la atención sobre un hecho. En el último año, «hay un 50% más de población que se ha trasladado a vivir a la playa», gente que «con cada nuevo temporal tiene miedo y se siente indefensa», por lo que consideran que la Administración «tiene la obligación de protegerlos».