Transcurridos los actos de la patrona, las mujeres de Peñíscola volvieron a ser las primeras en pisar el recinto taurino de fiestas. Ayer fue el día dedicado a las amas de casa, y como de costumbre, tras la comida de hermandad se hizo el pasacalle hasta la Plaça de Bous. Ataviadas de color rojo, estuvieron acompañadas de dos mansos, que llamaron la atención de los visitantes del paseo marítimo. Especialmente, de dos turistas chinas, que no dudaron en hacerse fotos al lado de un animal.

Las numerosas asistentes coparon los cadafals, y alguna de ellas demostró su arte ante el respetable, como una joven que utilizó una rebeca de punto a modo de capote. Acudió Engracia, una de las taurinas más famosas de la comarca, pero no saltó al ruedo, ya que sigue recuperándose de un percance en Benicarló. «Aún debo tomar dos nolotiles diarios hasta que pase el dolor», dijo.

REVOLCÓN MASCULINO

Al final, el único revolcón lo protagonizó un hombre, a pesar de que no podía estar presente en ese momento. Luego llegó la primera cita del concurso de ganaderías.

Por otro lado, hubo actos de las entidades, como Amics del Papa Luna, con reconocimientos a Ovidio Cuella y los arquitectos Pepa Balaguer y Luis Vicén. Además, el colectivo Bonsái Irta abrió su exposición en el portal Fosc.

La noche contó con la cena de pa i porta en la carpa del puerto, seguida del baile. En cuanto al recinto de carpas, se suspendió su apertura, debido a problemas burocráticos. Se prevé que puedan solventarlos hoy, para abrir.