Las obras del centro especial de atención al mayor (CEAM) de Benicàssim avanzan a buen ritmo y terminarán en verano, concretamente, en julio. Así lo anunció la alcaldesa, Susana Marqués, tras realizar una visita técnica ayer por la mañana para comprobar la evolución de los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 2,1 millones de euros.

Marqués insistió durante el encuentro en la importancia de agilizar «todos los trámites necesarios para que, en cuanto terminen las tareas, se puedan licitar los pliegos de funcionamiento del espacio y los ancianos del municipio se puedan beneficiar de esta moderna instalación».

El recorrido contó con la presencia de representantes de la empresa constructora y os técnicos de las diferentes áreas del consistorio implicadas para poder ir avanzando en la gestión que debe prepararse para la puesta en marcha del edificio, una vez finalice la ejecución, informaron desde el Ayuntamiento.

Marqués manifestó la importancia que tiene establecer una buena coordinación entre los funcionarios, arquitectos, ingenieros, servicios sociales, entre otros, para la gestión de pliegos y licitaciones para dotación de mobiliario, servicios de mantenimiento, gestión eléctrica y, por supuesto, el funcionamiento del servicio de este espacio.

La munícipe apuntó que es fundamental «avanzar en la anticipación de los concursos, porque de eso dependerá que no se pierda ni un minuto más para que los mayores puedan tener la prestación en marcha cuanto antes». Y es que el CEAM dará cobertura asistencial a las personas mayores a modo de centro de día y también como recinto de actividades de dinamización.

AÑOS DE RETRASOS // «Benicàssim ya ha sufrido bastantes retrasos con la ejecución de este recurso», indicó la primera edila. Y recordó que las intervenciones se retomaron en abril del 2017, después de más de cinco años de paralización que causaron un gran deterioro en la estructura.

La construcción comenzó a principios del 2011, con un presupuesto de 3,6 millones de euros del plan Confianza del anterior gobierno de la Generalitat. Los trabajos se paralizaron por primera vez antes del verano del 2011 por problemas económicos de la empresa y se reanudaron tras esa misma temporada estival. Dos meses después, en noviembre, sufrió otro frenazo, esta vez propiciado por el desplome del forjado de la primera planta. La obra se retomó rápidamente, aunque se volvió a estancar a principios del ejercicio 2012 debido a los graves problemas económicos de la entonces firma responsable.

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas volvió a adjudicar las obras a Proyme Ingeniería y Construcción por un presupuesto de 2,1 millones de euros (IVA incluido). Hasta 12 empresas se presentaron al proceso de licitación pública, más una que incurrió en baja temeraria.