La lluvia intermitente que cayó en Sant Jordi durante toda la mañana de ayer no fue óbice para celebrar el I Mercado de Proximidad de Sant Jordi, ni consiguió aguar la ilusión ni las ganas del grupo de impulsores de la iniciativa y de los comerciantes que participaron en el nuevo certamen. Así, y pese a lo desapacible de la jornada, la primera edición de la actividad resultó un éxito y atrajo a un buen número de visitantes.

Los promotores del singular mercado son un grupo de extranjeros (alemanes, holandeses, ingleses, belgas y franceses) que residen en Sant Jordi. En su representación, Thomas Maier, explica que la idea fue una propuesta de Daniel Bosseur, un ciudadano francés integrante del grupo. «En la región donde él vive hay un pueblo que, desde hace muchos años, organiza un mercado similar y quiso exportar la experiencia para que la gente pueda comer productos sanos, buenos, de la zona y sin intermediarios, directamente del productor al consumidor», comentan sus impulsores. Y así se lo plantearon al alcalde de Sant Jordi, Iván Sánchez. «Le gustó el proyecto y nos prestaron la colaboración del Ayuntamiento desde el primer momento, además, es una actividad que puede atraer turismo y dinamizar la economía local», apuntan.

Una vez al mes

El plan es que este mercado tenga una periodicidad mensual. «Se montará un domingo al mes y esperamos que cada vez se vayan sumando más comerciantes y diversificar la oferta», comentan.

Los visitantes que acudieron a la edición inaugural tuvieron la oportunidad de adquirir, entre otros, productos de agricultura ecológica, vinos, quesos, mermeladas y conservas artesanas o cosméticos naturales.

Los comerciantes que participaron en el mercado manifestaron su satisfacción con el resultado. Entre ellos, desde Figueroles, La Posteta llevó a Sant Jordi sus elaboraciones artesanales. «Somos un negocio familiar que creó mi hija porque, al terminar la carrera de Ingeniería Agrónoma, como muchos jóvenes, no tenía trabajo y decidió emprender este negocio.Estamos muy contentas con la acogida que han tenido nuestros productos», asegura.

Los vinos de L’Estanquer, la bodega de Canet lo Roig, también contó con su espacio. «Es una iniciativa muy bonita y estoy seguro de que, con el tiempo, llegará a consolidarse», augura Ángel Tena, que afirma que «para ser la primera vez, ha funcionado muy bien y mi intención es regresar cada mes».

El mercado no es la única propuesta de estos vecinos. Para Navidad, ya preparan una acción solidaria para recaudar fondos y adquirir juguetes para los niños del Hospital Comarcal.