Los trabajos de rehabilitación vuelven a la Ruta de las Villas de Benicàssim con una nueva actuación, la reconstrucción de Villa Iluminada que velará por mantener su esencia. Gracias a las últimas intervenciones, las mansiones históricas más espectaculares vuelven a brillar. Es el caso de Villa María, Villa Elisa o Villa del Mar, en el paseo Pilar Coloma, así como otras más pequeñas con encanto, como Villa Ana, reformada años atrás; o Villa Isabel, cuya reforma está ahora en marcha. También hace pocos años fue restaurada Villa Los Pinos, muy cerca de la playa l’Almadrava, que recuperó su esplendor y luce su mejor imagen.

Estas se suman a otras que han mantenido su seducción, como Villa Victoria o Villa Amparo, entre otras, tan admiradas en su privilegiada ubicación a primera línea de la playa del Voramar.

Por lo que respecta a Villa Iluminada, emplazada en el paseo Bernat Artola, frente a la playa Torre Sant Vicent, la empresa constructora ha retomado las obras de esta vivienda particular, que se encontraba muy deteriorada.

Los trabajos comenzaron en marzo del 2018, pero fueron paralizados hace un año por el derribo de algunas de las paredes, que se debían preservar. Según justificaron al Ayuntamiento, estos muros laterales corrieron peligro de derrumbe durante las actuaciones y decidieron demolerlas de forma controlada ante esta situación.

GRADO DE PROTECCIÓN

El inmueble tiene protección ambiental, con un grado mínimo que exige conservar la volumetría, según explicó el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz. Por ello, la intervención fue paralizada por orden de la Policía Local y el consistorio, que abrió un expediente de disciplina urbanística tras haberse incumplido supuestamente la normativa de protección de la casa.

El edil señaló que, como en este tipo de casos, desde el Ayuntamiento, «dimos traslado al colegio de arquitectos, concretamente a la comisión deontológica; y también a la Fiscalía, por si se hubiera cometido algún delito que fuera penalmente perseguible».

Por su parte, el propietario presentó una modificación de obra, no incluida en el proyecto inicial, indicando cómo se llevará a cabo la reconstrucción de los muros para preservar su estado original. «Se levantó la suspensión cautelar y continúan con las tareas, ya que les dimos autorización a principios de agosto», declaró Díaz.

Respecto al expediente que estaba en Fiscalía, «no hemos obtenido aún respuesta. Antes de otorgarles la nueva licencia trasladamos al juzgado toda la documentación relativa a la modificación de la licencia y en el plazo marcado no nos señalaron ninguna objeción y, por ello, la concedimos».

No obstante, el consistorio sí que ha denegado la bonificación del 95% del Impuesto Sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) «por no haberse respetado la protección en más del 50%».