Vecinos del entorno de la capilla del Carmen de Benicàssim, situada en la calle Florida, han reanudado las protestas para exigir la retirada de la estación base de telefonía instalada hace unos meses en el propio templo religioso, alegando “daños para la salud”.

Los afectados --unos 200-- ya iniciaron en marzo una recogida de firmas en el portal www.change.org para solicitar a la parroquia la retirada de la antena. Tras unas reuniones con el cura, Luis Oliver, y pese a la legalidad de la estructura, el párroco se ha hecho eco de la preocupación suscitada y ha decidido renunciar a la antena, así como el obispado, a la espera de encontrar una solución con la compañía de telefonía móvil.

“Enviamos un burofax a la empresa el pasado 7 de junio y no hemos obtenido ninguna respuesta ni han procedido al desmantelamiento de la instalación, a pesar de ser también la voluntad de la Iglesia”, indicaron desde el colectivo de vecinos. De ahí que hayan decidido retomar acciones como la colocación de pancartas en sus viviendas e, incluso, apuestan por suspender temporalmente los oficios religiosos en la capilla.

TEMOR // Los vecinos aseguran notar los efectos del repetidor en su salud con “ansiedad, nervios o migrañas”, como explica Nieves Rubio, una de las afectadas. “Incluso algún residente que está recuperándose de un cáncer ha manifestado que va a pedir presupuesto para aislarse la casa con productos especiales si no se retira finalmente”, confiesa.

Aun así, reconocen desconocer “si produce cáncer o no, pero sí un gran malestar. Hay muchos vecinos de segunda residencia que no tienen ganas de venir y yo, por ejemplo, sufro de migrañas y me han vuelto desde que funciona la antena”, indica.

El problema afirman que se agrava al estar instalada la infraestructura “a baja altura y da a los mismos dormitorios”. H