El Ayuntamiento de Peñíscola cuenta este año con un total de nueve propuestas de los vecinos, con el fin de que formen parte del proceso de presupuestos participativos para el 2020. Entre ellas, está la petición de que el tramo del vial CV-141 recientemente reformado cuente con puntos de alumbrado para mejorar la seguridad nocturna.

El resto de inversiones planteadas es la insonorización de la zona infantil de la biblioteca municipal, la creación de una marquesina y una zona de sombra en el acceso al colegio público Jaime Sanz, o la instalación de una pista de hielo para la campaña de Navidad. En cuanto a las infraestructuras, solicitan que haya medidas para evitar la invasión de aceras en los puntos donde se debe aparcar en batería o la instalación de reductores de velocidad en calles como el tramo inicial de la calle Irta o en la entrada de la urbanización Monte Pichells.

A todo ello, se suma la iluminación de la pista de frontón, que fue recientemente renovada, fruto de este mismo procedimiento de cuentas participativas.

Una vez registradas estas aportaciones, el siguiente paso es remitirlas a los correspondientes departamentos del consistorio, para que los técnicos dictaminen si obedecen a competencias municipales. Posteriormente se tratarán en una junta de portavoces, y si cumplen con los requisitos, pasarán a votación de los ciudadanos en septiembre.

El edil de Participación Ciudadana, Ramón Simó, mencionó que ahora, «en función de la valoración económica de cada propuesta y la disponibilidad presupuestaria, podremos valorar incorporar una o más de una».

El proceso se puso en marcha hace unos años, y desde entonces se han realizado actuaciones como una mejora en el camino Cervera, la renovación de parques infantiles, o el arreglo de parte de las cubiertas en la ermita.