La fiscal del juicio por los contratos de la Generalitat con las empresas de Francisco Correa para Fitur entre 2005 y 2009 defendió ayer que la supuesta trama corrupta se desplazó desde Madrid a Valencia con el objetivo de aprovechar los contactos políticos de Álvaro Pérez, El Bigotes, y situó la supuesta asociación ilícita que conformaron las empresas de Correa como “punto de partida” del resto de delitos que atribuye a los 13 procesados en esta pieza separada de la rama valenciana del caso Gürtel.

A su juicio, Correa lideró con Crespo este entramado empresarial de forma “permanente y estable”, que fue “creado para delinquir y llegar hasta los cargos públicos que tenían papel decisorio” en adjudicaciones de contratos públicos. H