Cuestión de matices, y todos alentaron este jueves la idea de que el adelantará finalmente los comicios autonómicos, previstos en principio para el 26 de mayo, para hacerlos coincidir con los generales que Pedro Sánchez ha anunciado para el 28 de abril. Solo tiene plazo para hacerlo hasta el martes y el también líder del PSPV confirmó que apurará hasta el final. Entre los elementos que entraron en escena, los resultados del barómetro autonómico del CIS, que dejan a los socialistas en cabeza, es uno de los más destacados.

Puig declaró que dedicará el fin de semana a mantener conversaciones «con personas, ver papeles», y decidir entre los días 4 y 5 del mes que hoy se estrena, asegurando, a la vez, que una de las cuestiones que valorará es que en las generales la participación es mayor, al mismo tiempo que se daba por seguro en algunos ámbitos que contaría ya con el beneplácito de Ferraz para adelantar las elecciones, al igual que la balanza se decantaba ya por el 28-A en algunos círculos del PSPV.

Señaló que en las elecciones generales «la participación es más elevada históricamente», para puntualizar que esta situación «es un dato», para insistir después en el recurrente discurso de los últimos meses en el sentido de que hay «componentes favorables y no favorables» para el interés general con respecto a hacer coincidir las autonómicas con las generales del 28 de abril.

Potestad y diferenciación

Recordó, además, que la reforma del Estatut de Autonomía le otorga «la potestad» de adelantar los comicios y añadió que «es importante que (esto) se sepa» porque «más pronto que tarde» se producirá esta diferenciación de los comicios valencianos.

Este último argumento, esgrimido en tantas ocasiones por el president desde que arrancaron las especulaciones sobre un adelanto electoral, en torno a febrero del 2018, es el que puede complicar la justificación de un avance ahora para hacer coincidir los comicios valencianos con la fecha prevista para las generales.

En cuanto a los resultados del CIS, empujarían sin duda la decisión de hacer doblete el 28-A, sin esperar a que un potencial fracaso del PSOE en las urnas estatales pudiera influir a la baja en los números que obtenga después un PSPV que pasa, según la encuesta, a primera posición, con el 28,2% de los votos, seguido de un PPCV que se queda en un segundo lugar con el 15%, mientras que la coalición Compromís-Podem (que en las próximas generales no se producirá) bajaría hasta el 14,3% y en cuarto lugar se situaría Ciudadanos, con un apoyo del 13,6% seguido de Vox, que obtendría el 5% de los respaldos.

Un asunto que Ximo Puig tendrá también que explicar, si su opción es unilateral, en caso de adelantar las elecciones y si no convence a su socios de que le den su apoyo, sería el de renunciar a una «decisión botánica».