Una tonelada de solidaridad, entre ropa, juguetes y libros de texto procedente de los ciudadanos de Castellón, ha salido recientemente desde el puerto con destino a Ghana. Sin embargo, lo más destacable de este envío solidario es que no recorre las aguas solo, sino que llegará al país africano junto a 25 toneladas de azulejos fabricados en la provincia. Y es que los más de 300 kilos de juguetes, los 100 de libros y los 400 de ropa viajan distribuidos en el interior de dos enormes contenedores de cerámica.

El inicio de este proyecto surgió hace unos meses en uno de los viajes a Mali de Eduardo Mas, el comercial de África Subsahariana de la empresa local APE Cerámica. Tal y como él mismo explica, le “resultó tan dura la situación que atravesaba el país” que propuso a las empresas que importan sus productos “enviar junto a los pedidos libros, ropa y juguetes”.

Las firmas africanas de Mali, Ghana y Gambia aceptaron y la empresa castellonense pasó a la acción. Durante una semana extendió la petición de recogida solidaria a sus empleados y a los castellonenses.

La respuesta no se hizo de esperar y se ha traducido en una tonelada de solidaridad. El primer país en recibir estas donaciones será Ghana, pero el objetivo es que Mali y Gambia reciban también su parte. En palabras de la responsable comercial de exportación de APE, Luisa Pellicer, “no va a ser un acto puntual aprovechando la Navidad”. “Seguiremos recogiendo porque los clientes están concienciados”. En este sentido, Pellicer apunta que “esta es una de las formas más efectivas de ayudar”.

El procedimiento consiste en que en los contenedores de azulejos que se exportan se pueden incluir hasta 25 toneladas y, por este motivo, sobra espacio en el compartimento. Mas tuvo la idea de completar esos huecos con una gran cantidad de ropa, juguetes y libros donados. Según explica Pellicer, “enviar todos estos productos no representa un coste añadido para las empresas de destino porque en peso y volumen entra una gran cantidad y se paga lo mismo”. Una vez llegan a Mali, es la propia empresa quien distribuye las donaciones porque, según Mas, “allí no hace falta donarlo a organizaciones, en la puerta de casa ya encuentras gente que lo necesita”.

Desde la compañía creen que será más costoso recaudar la misma cantidad de donaciones tras las fechas navideñas, pero confían en conseguir idénticos volúmenes para Gambia y Mali. Entre los retos de la firma está enviar una máquina de esterilizar jeringuillas para una oenegé. H