Sorprendente, monumental, y con solera. Así luce un año más el belén del Hospital Provincial de Castelló, un tesoro que abrió ayer sus puertas a los vecinos, que podrán visitarlo hasta Reyes. Miles de castellonenses se acercan en estas fechas tan entrañables al centro para disfrutar de uno de los pesebres más grandes y antiguos de la provincia.

El belén está compuesto por cerca de 800 de figuritas en movimiento, confeccionadas con material reciclado como antiguos motores de lavadoras, frigoríficos, máquinas de coser o ruedas de bicicletas. Además de los personajes principales como la Virgen María, San José y el Niño Jesús, no faltan otras tradicionales como los pastores y los Reyes Magos, unas de las más queridas por los niños. La historia se enmarca en un paisaje con riachuelos, montañas y hogares que recrean las escenas cotidianas de la fecha y el lugar de nacimiento de Jesús, así como diversos pasajes de su vida.

Se trata de un belén con historia, ya que su tradición se remonta al año 1942, cuando la hermana de la Consolación sor Gabriela instaló un pesebre en la clínica militar del Provincial con la colaboración de soldados hospitalizados. Y el resultado fue todo un éxito.

Allá por 1946, el nacimiento religioso emplazado en el Provincial recibió por primera vez el premio del concurso de belenes, que en aquella época consistió en una dote de 500 pesetas.

En el inicio de su andadura, los soldados y sor Gabriela animaban ellos mismos las figuritas, pero más adelante incorporarían mecanismos eléctricos y automatismos para que los personajes permanecieran en movimiento.

Fue en el año 1971 cuando el capellán del hospital Manuel Carceller se interesó por el proyecto y comenzó a secundar a sor Gabriela en el montaje del belén. Dos años más tarde, cuando la hermana enfermó, se comprometió a hacerse cargo del mismo, tarea que emprendió con ilusión y como gesto de cariño hasta su fallecimiento en 2012.

Actualmente, son los voluntarios del centro los que mantienen viva la tradición del belén, una auténtica joya del Provincial. El colectivo se encarga de cuidar las piezas, arreglarlas y hacer lo necesario para que, durante la Navidad, esté listo para recibir a los castellonenses. Una iniciativa que ha ido creciendo poco a poco y que despierta cada año la ilusión de miles de familias.

El belén se podrá visitar hasta el 6 de enero, dentro del horario de 10.30 horas a 13.30 y de 16.30 a 19.30.

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