Apasionada de la naturaleza, la gastronomía y la lectura, la ambientóloga Belén Salvador Bozano, residente en Benicàssim, se ha convertido en toda una experta como intérprete del patrimonio natural y cultural para los turistas. Su visión innovadora la llevó a crear, con Chema Rabasa, la empresa Itinerantur, uno de los siete Premios de Turismo de la Comunitat 2015, recién entregado, en la categoría de turismo responsable. A sus 32 años, esta madrileña de nacimiento tiene fijado aquí su rumbo profesional.

--¿Por qué decides montar Itinerantur y cuál es su marca diferenciadora?

-Decidimos montar la empresa en el 2012, en plena crisis económica, hartos de no encontrar trabajo y pensando que realmente hacía (y hace) mucha falta un servicio como el que ofrecemos, con el cual pretendemos que la gente local conozca su patrimonio más a fondo para amarlo y, así, querer conservarlo. Eso, junto con la calidad y dedicación en cada ruta y proyecto, nos diferencia. Salimos de la mera actividad turística guiada al uso para adentrarnos en la sensibilización patrimonial al más alto nivel.

--¿Se innova en turismo en Castellón?

-A pesar de que hay gente como nosotros, muy preparada, con buenas ideas o proyectos ya en marcha, en Castellón falta mucho camino por recorrer en innovación turística. Porque innovación no solo significa nuevas tecnologías, también quiere decir saber leer lo que el nuevo tipo de turista demanda. Y pide experiencias auténticas, sabor local, patrimonio y paisajes en buen estado de conservación, llevarse de vuelta a casa algo más que el moreno de la piel, unos kilos de más y algunas postales bonitas.

Somos un destino, en ese sentido, demasiado maduro, estancado en sol y playa, y entre todos debemos poner a Castellón en el mapa del turismo sostenible, cultural y ambientalmente hablando. Tenemos muchos recursos naturales, paisajísticos, culturales, gastronómicos y, sobre todo, humanos para conseguirlo.

--¿Se nota ya el efecto del aeropuerto en demanda de turismo internacional?

-Por nuestra parte no. Todavía la mayoría viene pensando que Castellón es sol y playa casi exclusivamente. Por ello mencionábamos lo de ponernos en el mapa del turismo responsable o sostenible que, por otra parte, es el que más dinero deja en la población local y el destino. Ya en el 2013, más de un 20% del turismo británico estaba dispuesto a pagar más por servicios turísticos sostenibles cultural y ambientalmente. Pues eso es lo que hay que ofrecerles y ya lo tenemos.

--¿Cómo véis el futuro del sector?

-Pensamos que el cambio radical se ha de producir primero en las personas de Castellón, que son las que van a tener que cuidar y conservar el patrimonio y recibir con hospitalidad al visitante. Tenemos que dejar atrás la época de la baja autoestima como pueblo y creernos realmente que tenemos mucho que ofrecer, más incluso que grandes destinos.

--¿Cuál es vuestro perfil de cliente?

-Es mayoritariamente local y, sobre todo, del área urbana de Valencia. Sabe a lo que viene: disfrutar con calma del sendero, adentrarse en los secretos que encontramos a nuestro paso o degustar la gastronomía local más auténtica.

--De vuestros proyectos ya en marcha, ¿cuáles destacarías?

-Además de las rutas interpretativas, realizamos señalización, folletos o vídeos. Primamos el turismo responsable, descubrir el territorio a pie o en bici. En 2015 marcamos el Camino del Cid de Puebla de Arenoso a Sot de Ferrer; y ahora trabajamos en Artana. Nuestro ámbito ahora es Castellón, pero quién sabe. H

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