Cada persona tiene su manera de ser, pero en general las cosas se pueden hacer o sentir al menos de dos maneras. Pueden parecer lo mismo e incluso ser sinónimos, pero no lo son para nada, lo primero es más físico o corporal, lo segundo más mental o intelectual, más intenso. Así se puede: Mirar o ver. Oír o escuchar. Soportar o tolerar. Agradar o alegrar. Disfrutar o gozar. Distraer o divertir. Ganar o triunfar. Hablar o decir. Tragar o saborear. Querer o amar. Camelar o convencer. Permanecer o estar. Deglutir o degustar. Beber o catar. Husmear u oler. Alojar o acoger. Hallar o encontrar. Notar o percibir. Contemplar u observar. Sobar o acariciar. Exigir o pedir. Alabar o admirar. Zampar o comer. Medrar o prosperar. Discriminar o distinguir. Discutir o dialogar. Colorear o pintar. Reparar o arreglar. Cavilar o pensar. Tachar o borrar. Jalear o animar. Manosear o tocar. Meditar o reflexionar. Recorrer o viajar. Cohabitar o convivir. Trepar o subir. Poseer o tener. Gozar o disfrutar. Charlar o conversar. Poner o colocar. Anunciar o comunicar. Reverenciar o respetar. Percibir o sentir. Involucrar o comprometer. Pelear o luchar. Hacer o crear. Fantasear o imaginar. Parlotear o argumentar. Sobrepasar o superar. Realizar o cumplir. Suplantar o cambiar. Discurrir o pensar. Conceder o dar. Existir o ser. Escribir o redactar. Atender o cuidar. Remediar o solucionar. Alcanzar o conseguir. Subsistir o vivir.

Pregúntate si tú te encuentras entre los que se identifican con las primeras palabras o con las segundas, si tu opción es la última, enhorabuena porque sabes disfrutar y aprovechar la vida.

*Notario