La saturación en la sanidad pública que vienen denunciando profesionales y usuarios de Castellón y que recoge Mediterráneo desde hace meses afecta también a los servicios de Urgencias. Según indican fuentes sindicales consultadas, el Hospital General asume ya del orden de 250 visitas diarias, un volumen de pacientes que se sitúa en tiempos precovid, cuando la asistencia presencial no estaba restringida. El centro ha habilitado, además, el hospital de campaña levantado durante las semanas más complicadas de la crisis sanitaria como sala de espera.

«Han preparado 14 boxes no covid para que los pacientes guarden las distancias de seguridad y también una salita de espera para pediatría. Los pacientes sospechosos de coronavirus van a otra, habilitada en el hall de entrada», informan desde SATSE. Precisamente, la espera en el hospital de campaña, que cuenta con un vigilante de seguridad y una auxiliar de enfermería, ha despertado algunas críticas entre pacientes. «En el hospital de campaña éramos unas 40 personas esperando y el frío era insoportable. Había una sanitaria que tuvo, incluso, que tapar con sábanas del hospital a los ancianos que aguardaban su turno porque el aire estaba fortísimo y no se puede desconectar en esa instalación provisional», cuenta una usuaria a este rotativo.

Las quejas entre pacientes por las colas han ido in crescendo en los últimos días. El pasado fin de semana, según han confirmado profesionales del centro a este diario, se llegó a atender a los pacientes con 13 horas de retraso. «Hubo gente que acudió el sábado a las 19.30 horas y a los que se visitó a las 8.00 del domingo», admiten.

«Mi padre, con una traqueotomía reciente, se fue tras 4 horas de cola»

Daniel Alonso llevó el lunes por la tarde al servicio de Urgencias del Hospital General a su padre, de 71 años, recién operado y con una traqueotomía. Tras cuatro horas de espera, se marcharon a casa sin ser atendidos y con una gran «indignación». «Fuimos para que le miraran el tubo del estómago por el que se alimenta ahora. Le salía pus y estábamos preocupados. Estuvimos en la sala de espera de Urgencias, en triage y no nos llamaban. Se escudaban en que estaban desbordados y decían que «era lo que había», pero mi padre iba por un tema delicado, tiene un agujero abierto en la garganta y tiene que comer por prescripción a unas horas muy concretas. Finalmente, me dijeron que habían perdido sus informes y me indicaron que la espera se prolongaría aún varias horas, cosa que me pareció inadmisible», explica el afectado, totalmente indignado, en conversaciones con este periódico. «Al final, perdimos medio día en el hospital, no solucionamos nada y, para colmo, me tocó pagar diez euros de párking, que es una barbaridad», asevera Alonso. «Yo pago mis impuestos y mi padre los ha pagado también toda la vida y acudimos a la sanidad pública por un tema importante, no por una simple jaqueca o unas anginas. Creo que lo normal es que nos atiendan», reivindica el usuario.

DERIVADOS A LA PRIVADA

Por otra parte, la Conselleria de Sanidad ha pagado más de medio millón de euros (561.000 euros) al Hospital Vithas Castellón --el único privado de la provincia--para pagar las facturas por los pacientes de la sanidad pública derivados durante la pandemia. Como adelantara Levante-EMV, en la Comunitat Valenciana el montante abonado a la privada asciende a seis millones de euros por asumir desde tumores hasta infartos, apendicitis o fracturas de todo tipo. En definitiva, cuestiones urgentes de las que los hospitales públicos no se podían ocupar por la carga de trabajo derivada de la pandemia.

El PPCS ha exigido a la consellera Barceló «un plan de choque que frene las graves listas de espera de la sanidad castellonense», en referencia a los tiempos de espera para pasar por quirófano en Castellón, los más elevados de toda la Comunitat. También se muestran críticos desde Ciudadanos: «Barceló ha reconocido que prácticamente no se trabajará en las listas de espera hasta que pase la pandemia y hay más enfermedades».

Falsos negativos en la residencia de Vila-real

La residencia privada Domus de Vila-real, donde se han registrado en las últimas dos semanas 20 positivos por coronavirus (15 en usuarios y cinco en empleados), repetirá las pruebas PCR tras haberse detectado flasos negativos entre los residentes. Y es que, como ha podido saber Mediterráneo, uno de los ancianos del geriátrico con PCR negativa tuvo que ser ingresado el pasado viernes en el hospital por otras patologías. Una vez en el centro médico, como marca el protocolo sanitario, se le realizó la prueba y dio positivo por covid-19, aunque era asintomático. Ante este hecho, el asilo ha tomado la decisión de repetir la PCR a todos los usarios que dieron negativo y hacer, asimismo, el test serológico a todas aquellas personas que dieron positivo.