Como cada año el potente fabricante japonés Honda organizó un fin de semana de ocio y reconocimiento a sus pilotos profesionales, los que defienden el nombre de la marca en los campeonatos más importantes del planeta. Es el denominado Honda Thanks Day, en el circuito de Motegi, propiedad de la firma alada y sede del gran premio de MotoGP, ya que el de F-1 se celebra en el trazado de Suzuka.

Una treintena de pilotos de todas las categorías compartían un fin de semana y, entre ellos, estaban, cómo no, Fernando Alonso y Jenson Button, Marc Márquez (campeón del 2016) y Dani Pedrosa, o el múltiple campeón del mundo de trial Toni Bou. Además de los pilotos y los principales directivos e ingenieros de Honda. Durante las jornadas se exhibieron también coches y motos del fabricante nipón, modelos antiguos y actuales de competición, y el nuevo y flamante NSX, el último superdeportivo producido por Honda que los pilotos pudieron probar en la pista.

Salen a pista

Uno de los momentos más esperados fue la salida a pista de Alonso, bicampeón del mundo de F-1 con Renault, y Márquez, tricampeón del mundo de MotoGP, con las Honda RC213V, el prototipo campeón de la categoría reina que esta temporada ha hecho campeón a Marc y la máquina utilizada por el japonés Hiroshi Aoyama, cuando hace los test, dos RC213V, de enorme potencia. Las vueltas eran de exhibición, pero, tratándose de dos pilotos tan competitivos, rápidamente se pudo ver que la cosa no iba en broma y Fernando empezó a subir el ritmo para intentar picar a un Marc que, en los primeros giros, se mantuvo a rueda del asturiano, para, finalmente, adelantarle y dejar claro que al manillar de un moto es él quien manda.

Pedrosa fue otro de los protagonistas. El de Castellar de Vallés tuvo la oportunidad de subirse de nuevo a algunas motos antiguas, como la Honda con la que ganó ocho carreras del Mundial de 125cc entre el 2002 y el 2003, y con la que conquistó el título esa última temporada en la cilindrada pequeña.

Fernando juega al despiste

El asturiano no confirmó que se queda en McLaren-Honda, pero tampoco dijo que se vaya a ir a Mercedes. Las primeras palabras públicas de Alonso tras la inesperada retirada de Rosberg y las informaciones acerca de los contactos del asturiano con la cúpula de Mercedes pueden interpretarse como un mensaje de continuidad, pero es cierto que fueron pronunciadas ante los fans de Honda. Allí, en el discurso final, micrófono en mano, Alonso dijo a los segudires japoneses: «El año que viene nos vemos otra vez», rematado con una enorme sonrisa. Previamente, todo habían sido elogios para la marca alada: «McLaren Honda es un proyecto necesario para la fórmula 1. Vi a Prost y Senna en los años 80 y 90, les admiraba cuando tenía cinco o seis años y por eso quería ser un piloto de fórmula 1. Ahora es un honor poder ser piloto de McLaren Honda». Y también hizo un repaso del año. «Hicimos un buen progreso esta temporada y ahora estamos concentrados en nuestro objetivo, que es ser campeones algún día», dijo entre los aplausos de los presentes.