A la tantas veces mentada en el fútbol como la soledad de la portería, a Sergio Asenjo se le une esta cuarentena especialmente complicada para el entrenamiento específico de un guardameta de primer nivel como el palentino. Cuando las puertas de la Selección parecían acercarle la llave de un posible regreso, llegó el tsunami coronavirus. Y el reloj, por una vez, comenzó a mover sus agujas hacia atrás, a medio camino entre el tiempo perdido y la involución que persigue a nuestra existencia, cuyo orgullo ha sido puesto a prueba por un virus procedente de China.

HA PERDIDO PESO

Asenjo continúa con esta nueva modalidad del teleentrenamiento a la que el fútbol se ha unido desde el confinamiento. «El trabajo es muy exigente, pero es evidente que es muy diferente al entrenamiento en un campo de fútbol. A veces, incluso, acabo más cansado, pero para un portero es muy complicado, porque para nosotros no hay prácticamente nada que se pueda trabajar desde casa», explica con cierta resignación. Y bromea sobre lo que puede acabar pasando cuando esta cuarentena termine: «De momento, mi mujer no me tira balones en el jardín, pero a este paso no descarto que suceda».

Fundamental para los futbolistas resulta mantener el peso ideal durante estas semanas de confinamiento. «Yo he llegado a perder algún kilo, por la masa muscular, pero sí, es muy importante respetar la dieta. En ese sentido el club nos cuida mucho y nos trae la comida principal a casa», explica Asenjo.

QUIERE ACABAR LALIGA

Las semanas pasan y cada vez las opciones de retomar la competición no terminada se dificultan por el solapamiento con la nueva temporada: «Todos queremos jugar las 11 jornadas que restan, pero también es cierto que lo más importante ahora es la salud y no el fútbol». Asenjo vaticina un escenario muy diferente si regresa LaLiga. «Cuando volvamos será otro campeonato distinto, que nada tendrá que ver con lo de antes. No beneficiará a nadie. Nosotros en aquel momento estábamos confiados en que nos íbamos a meter en Europa», asegura.

EL RIESGO DE LA LESIONES

El fútbol lleva un mes parado y no existe una fecha prevista para su regreso todavía. Se espera un calendario apretado y con escaso tiempo para que el futbolista esté preparado para competir a alto nivel. Asenjo analiza los inconvenientes que pueden presentarse. «Después de dos meses estando parado es complicado ponerse a jugar cada 72 horas, pero todos estaremos en las mismas condiciones», reflexiona el palentino. Otro riesgo serán las lesiones. «Es evidente que cuando no cuentas con tiempo para la preparación, existen más posibilidades de contratiempos musculares, pero el preparador físico y el cuerpo técnico saben bien lo que tienen que hacer», defiende Sergio, quien reconoce que el océano de incógnitas que ahora mismo rodean al fútbol no ofrecen demasiado espacio para cualquier vaticinio real. «No sabemos lo que sucederá, cuándo volveremos, cuándo empezará la próxima temporada, cómo y cuándo los jugadores entrenarán... ahora todo es una interrogante máxima».

ADMIRACIÓN POR LOS SANITARIOS

En el apartado personal, Sergio vive con su esposa y su hija en su casa de Benicàssim, alejado de sus padres. «Por fortuna, mi familia está bien. Hablo con ellos mucho por teléfono, pero siempre te queda ese sentimiento extraño de que no puedes estar con ellos», afirma. El guardameta groguet expresa su admiración por toda la gente que está trabajando en primera línea en los hospitales. «Se merecen todo nuestro cariño por las condiciones en las que se ven obligados a trabajar, por ello repito que ahora el fútbol es secundario», asevera.

Y concluye mandando el mensaje que todo el mundo recibe y debe cumplir: «Tenemos ganas de volver, pero ahora es momento de que todos nos quedemos en casa y así esta pesadilla pasará pronto. Si ponemos nuestro esfuerzo en ello, pronto volveremos a disfrutar en la Cerámica».